Se puede decir con seguridad que me gustan mucho los juegos en los que hay compañeros. Siempre me atraen las aventuras que ponen a tu lado a miembros del grupo a los que puedes llegar a conocer y con los que puedes estrechar lazos. Ya sea el grupo de inadaptados de The Outer Worlds, el reconfortante elenco de personajes de Dragon Age: Origins, la tripulación a bordo de la Normandía en la serie Mass Effect o la compañía que mantienes en Baldur’s Gate 3, disfruto de la oportunidad de estrechar lazos con los compañeros y ganarme su aprobación en juegos de rol de todas las formas y tamaños. Tiene todo el sentido, pues, que pensara que el rasgo Empático en Campo Estelar era la elección natural para mí cuando estaba creando mi personaje por primera vez.
«Estás profundamente conectado a los sentimientos de los demás», reza la descripción del rasgo. «Realizar acciones que le gusten a su compañero tendrá como resultado un aumento temporal de la eficacia en combate. Pero, realizar acciones que no les gusten tendrá precisamente el efecto contrario».
Si alguna vez hubo un rasgo que pudiera dar a mi personaje y que se adaptara perfectamente a mi forma de jugar, el rasgo Empatía es exactamente eso. Esencialmente, me recompensa por complacer a mis compañeros, y como jugadora que se dedica a eso la mayor parte del tiempo, ¿qué podría haber mejor?
Compañía encantadora
(Crédito de la imagen: Bethesda)
Tengo tendencia a pasar periodos demasiado largos considerando todas las opciones detenida y cuidadosamente cuando se trata de la creación de personajes, pero nunca he elegido un rasgo más rápido aquí. Veo por primera vez cómo funciona ser empático en Starfield cuando Sarah, la primera compañera que conoces, aprueba una respuesta de diálogo que elijo durante una de las primeras misiones de la historia. Al igual que en Fallout, aparece un mensaje en la esquina superior derecha de la pantalla que dice: «A Sarah le ha gustado eso», al que sigue inmediatamente otro: «Has ganado autoestima». Ojalá fuera así de fácil en la vida real, ¿eh? Gracias a mi rasgo de empatía, obtengo una pequeña inyección de confianza que me proporciona un aumento temporal de mis golpes críticos en combate y, mejor aún, de mis posibilidades de superar los chequeos de discurso de persuasión.
Así que el rasgo no sólo alimenta directamente mi propensión a buscar activamente la aprobación de mis compañeros, sino que también me ayuda a salirme con la mía hablando, lo que complementa mi formación en el Campo Estelar como diplomático. Aunque ciertamente no necesito que me animen cuando se trata de ganarme a mis compañeros, me ha resultado aún más gratificante obtener una bonificación adicional cada vez que consigo ganarme su afinidad. Por otro lado, también me motiva a tomar decisiones más meditadas en función de quién me acompañe. Al fin y al cabo, si un compañero no está de acuerdo con algo que yo diga o haga, obtendré el debuff de autoduda. Ya tengo suficientes dudas en mi propia vida, no voy a infligírselas a mi propio personaje.
Cambio de papeles
(Crédito de la imagen: Larian Studios)
Estoy jugando a Baldur’s Gate 3 y a Starfield al mismo tiempo y ya no sé quién soy, pero me encanta
Soy una persona empática en la vida real, así que ser un empático en Starfield definitivamente habla de mí como alguien sensible a los sentimientos de los demás. Por eso también creo que me gusta el hecho de que el rasgo influya en algunas conversaciones al presentarte una opción de diálogo única. Cuando hablaba con Sam Coe, por ejemplo, sobre su hija, pude utilizar una respuesta empática para ofrecerle mi comprensión y consideración por su enfoque de la paternidad. Incluso me ayudó cuando intentaba convencer a un minero errante de Marte que me apuntó con una pistola cuando me enfrenté a él por sus negocios turbios. En lugar de condenarle, mi rasgo me permitió ver su versión de los hechos y convencerle de que se entregara a las autoridades para evitar un derramamiento de sangre.
Sin duda, hay muchos rasgos inusuales y bastante interesantes de Starfield, desde cualidades extravagantes hasta otras demasiado cercanas. Mis otras selecciones, por ejemplo, han influido en mi enfoque al darme padres que mantener y una hipoteca que pagar. Pero ninguna de ellas está tan en sintonía con mi amor por los compañeros como la que me permite ser empática. Hasta ahora, es sin duda mi rasgo favorito de los tres que elegí, y ya estoy deseando ver cómo puede aparecer en una conversación o sacarme de otras situaciones complicadas a medida que avance en la aventura.
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