Si está intentando averiguar qué ocurrió exactamente en el final de Assassin’s Creed Mirage, no está solo. Hay mucho que asimilar, entre los descubrimientos de Basim, sus relaciones con Nehal y Roshan, y todo lo que les ocurre a los Ocultos.
Obviamente, a partir de aquí se desvelarán importantes spoilers de la historia de Assassin’s Creed Mirage -y de Assassin’s Creed Valhalla-.
(Crédito de la imagen: Ubisoft)
Bien, si todavía están aquí, entremos en el final de Assassin’s Creed Mirage, ¿de acuerdo?
La verdadera herencia de Basim
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Todo comienza cuando Basim se encuentra cara a cara con el objetivo final del asesinato, Qabiha, también conocida como la Cabeza de la Serpiente. Pero, en lugar de limitarse a eliminarla, ella le da caza y, finalmente, se encuentran cara a cara.
«Nuestro vástago pródigo ha llegado, aunque no sabe lo que es», dice ella, dando la primera pista de la respuesta a todas las preguntas de Basim. Ella dice que él es «algo más que un hombre» y que el conocimiento del que es «heredero» se encuentra por debajo de Alamut. Sabe que Basim es especial desde que su hijo vio cómo el toque de Basim activaba el artefacto en el Palacio de Invierno, cuando Nehal mata al Califa, y ha estado esperando a que se acercara a ella todo este tiempo. Qabiha sabe, mucho antes que el propio Basim, que tiene una conexión con los antiguos Isu, que gobernaban el mundo antes de que llegara la humanidad.
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Pero, antes de que pueda obtener más detalles, Roshan mata a Qabiha, alegando que hablaba «veneno».
«Sigue el camino que ella te trazó y yo mismo te mataré», dice Roshan, claramente con la intención de proteger tanto a Basim como a los propios Ocultos.
Sin embargo, en lugar de viajar directamente a Alamut, Basim se dirige a Nehal, que es increíblemente importante para desentrañar el final de Assassin’s Creed Mirage.
«Hay algo más en lo que soy», le dice Basim a Nehal en su hogar de Anbar, y cuando él intenta abandonarla para ir a Alamut, ella le dice la siguiente frase, que acaba siendo bastante crucial:
«Donde tú vayas, allí iré yo. Donde tú descanses, allí descansaré yo. Caminaré detrás de ti a cada paso del camino. Nunca estarás solo».
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Por supuesto, cuando Basim llega a Alamut se encuentra con que los Ocultos están siendo atacados por los guardias de la Orden, o tahiríes. Rayhan, jefe de los Ocultos, se da cuenta después de que Basim le rescate de la ejecución de que están allanando el camino para el propio Basim. «La Orden utilizó a los tahíridas para diezmar Alamut porque usted es su llave», dice Rayhan.
Basim cree que encontrar lo que hay bajo Alamut será la clave para dar a los Asesinos ventaja en la guerra contra la Orden. Ciertamente va con buenas intenciones para proteger a los Ocultos, aunque al final queda claro que cree que está destinado a cosas mejores. Lo bueno, sin embargo, es que a pesar de su lucha, Basim no mata a Roshan gracias a la guía de Nehal. Más tarde, Roshan acaba abandonando el Credo de todos modos debido a las acciones de Basim.
Basim y el Isu
(Crédito de la imagen: Ubisoft)
Ahora, mientras Basim avanza por el templo Isu, es Nehal la que ahora tiene todas las respuestas, incluido el saber que la sangre de Basim es la clave para abrir la puerta. Cuando se adentra en el centro del templo, encuentra una estructura metálica gigante con una especie de ataúd o vaina. Al abrirlo, encuentra a Nehal dentro y de repente se da cuenta de que Nehal nunca ha estado allí en realidad. Fue Basim quien mató al Califa en el palacio en primer lugar, Nehal sólo era una parte de él.
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Aquí es donde las cosas se complican un poco. En un giro al estilo del Club de la Lucha, Nehal no es en realidad una persona única, sino una parte de Basim. Nehal utiliza el artefacto del palacio para desbloquear una especie de visión, en la que se ve a un hombre siendo atacado por otro hombre mayor. Supongo que este artefacto es similar a un Sello de Memoria, que es un dispositivo de Isu utilizado para guardar recuerdos que hemos visto en otros juegos de Assassin’s Creed.
Basim se da cuenta rápidamente de que él es en realidad la persona que está siendo atacada, pero no como él mismo, sino como una versión anterior de sí mismo. Si no ha jugado a Assassin’s Creed Valhalla, no sabrá que Basim es en realidad Loki -el antiguo dios nórdico de las travesuras y portador del fin del mundo- y que estaba siendo torturado por su padre, Odín. O esa es la interpretación que yo he sacado de ello, y de jugar al Valhalla. En cuanto a quién acaba siendo Odín, en realidad es Eivor, el héroe de Assassin’s Creed Valhalla. Te dije que se estaba complicando.
Hacia el futuro
(Crédito de la imagen: Ubisoft)
Como parte de que Basim haga las paces con lo que ve en la visión o el recuerdo, se enfrenta a su jinni en el reino sombrío que le ha perseguido durante todo el juego. Este lugar es claramente la manifestación física de los recuerdos de Loki que Basim acaba de comprender. El jinni se disuelve cuando se enfrenta a él y, de vuelta en el templo de Isu, se convierte en uno con Nehal. Parece que éste es el punto en el que Basim se da cuenta de quién es realmente, y aunque sigue siendo físicamente Basim, su conciencia es en realidad Loki, que está representado por la fusión de él mismo y Nehal.
«Toda mi vida he luchado con quién era, con quién estaba destinado a ser», le dice Basim a Nehal. «Y ahí estabas tú, todo este tiempo. El lado de mí al que me resistía. Un reflejo de lo que fuimos una vez».
«De quiénes volveremos a ser», añade Nehal. «Nos espera mucho más, un mundo nuevo».
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Por supuesto, eso no presagia nada bueno para el futuro de Basim, y aunque al instante vuelve a formar parte de los Ocultos -ahora con Rayhan como mentor, ya que Roshan está fuera-, hay una oscuridad en él que su águila, Ekidnu, ve al instante. El pájaro le araña en la cara, dejando un rastro de sangre en su mejilla.