Este momento de Hellblade 2 vivirá en mi cabeza y en mi corazón para siempre, y demuestra que el juego es una obra maestra metafórica.

Hay muchas cosas que podría decir sobre Senua’s Saga: Hellblade 2, y desde luego he intentado incluirlas todas en mi análisis de Hellblade 2. Pero hay una secuencia que se me revuelven las tripas desde que salieron los créditos: el enfrentamiento con el primer gigante, Illtauga. Pero hay una secuencia desgarradora que se me ha quedado grabada en la retina desde que vi los créditos: el enfrentamiento con el primero de los gigantes, Illtauga.

La desgarradora aventura de acción y terror de Ninja Theory no es para todo el mundo. Se trata de un viaje brutal y emocionalmente implacable a través de un paisaje implacable, con una interfaz de usuario limpia y una intensa fidelidad gráfica que desorienta al jugador para crear una experiencia más cinematográfica que la que ofrecen la mayoría de las superproducciones de Hollywood. Pero donde realmente brilla el juego es en la magistral interacción entre metáfora y argumento, y en el caso de Illtauga, el efecto es sencillamente fascinante.

Advertencia sobre el contenido: Spoilers de Hellblade 2 y discusión sobre la pérdida de un hijo.

Los pecados de la madre

Hellblade 2 Illtauga

(Crédito de la imagen: Ninja Theory)Lucha como una niña

Senua's Saga: análisis de Hellblade 2

(Crédito de la imagen: Xbox Game Studios)

Con Senua’s Saga: Hellblade 2, Ninja Theory está aprendiendo de los comentarios de los jugadores y de las experiencias pasadas en su constante esfuerzo por combatir el estigma de la salud mental.

El viaje de Senua a Islandia deja de ser un viaje de venganza para convertirse en el inicio de un camino mágico y folclórico hacia la redención. Aquí debe derrotar a tres gigantes, cada uno de los cuales representa la delgada línea que separa al hombre de la bestia. Todo ello retroalimenta la lección principal de Hellblade 2: todos los monstruos fueron humanos alguna vez, pero todos merecemos elegir nuestro propio camino.

En el caso de Illtauga, la hembra gigante cuya ira ha diezmado aldeas, el sentimiento es aún más verdadero. Tras ser guiada por el espíritu del bosque Hiddenfolk a través de una cavernosa mazmorra de oscuridad, sombras y peligro, Senua es capaz de reconstruir la historia del origen de Illtauga. Una vez fue una mujer llamada Ingunn que, en un momento de desesperación para salvar a su pueblo del hambre, ofreció lo más importante del mundo -su único hijo- a la Gente Oculta como sacrificio. Como dicen las Furias, Illtauga «no es un monstruo después de todo»; es la poderosa rabia de una madre sin hijos, atrapada en la agonía de su propio odio hacia sí misma tras cometer lo impensable.

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Hay muchas cosas que podría decir sobre Senua’s Saga: Hellblade 2, y desde luego he intentado incluirlas todas en mi análisis de Hellblade 2. Pero hay una secuencia que se me revuelven las tripas desde que salieron los créditos: el enfrentamiento con el primer gigante, Illtauga. Pero hay una secuencia desgarradora que se me ha quedado grabada en la retina desde que vi los créditos: el enfrentamiento con el primero de los gigantes, Illtauga.

La desgarradora aventura de acción y terror de Ninja Theory no es para todo el mundo. Se trata de un viaje brutal y emocionalmente implacable a través de un paisaje implacable, con una interfaz de usuario limpia y una intensa fidelidad gráfica que desorienta al jugador para crear una experiencia más cinematográfica que la que ofrecen la mayoría de las superproducciones de Hollywood. Pero donde realmente brilla el juego es en la magistral interacción entre metáfora y argumento, y en el caso de Illtauga, el efecto es sencillamente fascinante.

Advertencia sobre el contenido: Spoilers de Hellblade 2 y discusión sobre la pérdida de un hijo.

Los pecados de la madre

(Crédito de la imagen: Ninja Theory)Lucha como una niña

Hellblade 2 Perfil de Senua

(Crédito de la imagen: Xbox Game Studios)

Con Senua’s Saga: Hellblade 2, Ninja Theory está aprendiendo de los comentarios de los jugadores y de las experiencias pasadas en su constante esfuerzo por combatir el estigma de la salud mental.

El viaje de Senua a Islandia deja de ser un viaje de venganza para convertirse en el inicio de un camino mágico y folclórico hacia la redención. Aquí debe derrotar a tres gigantes, cada uno de los cuales representa la delgada línea que separa al hombre de la bestia. Todo ello retroalimenta la lección principal de Hellblade 2: todos los monstruos fueron humanos alguna vez, pero todos merecemos elegir nuestro propio camino.

En el caso de Illtauga, la hembra gigante cuya ira ha diezmado aldeas, el sentimiento es aún más verdadero. Tras ser guiada por el espíritu del bosque Hiddenfolk a través de una cavernosa mazmorra de oscuridad, sombras y peligro, Senua es capaz de reconstruir la historia del origen de Illtauga. Una vez fue una mujer llamada Ingunn que, en un momento de desesperación para salvar a su pueblo del hambre, ofreció lo más importante del mundo -su único hijo- a la Gente Oculta como sacrificio. Como dicen las Furias, Illtauga «no es un monstruo después de todo»; es la poderosa rabia de una madre sin hijos, atrapada en la agonía de su propio odio hacia sí misma tras cometer lo impensable.

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Esta comprensión no solo es clave para que Senua comprenda y libere a Illtauga de su tormento, sino que es un momento que recuerda algo que oí durante la escena inicial del juego. En ella, Druth, el amigo, erudito y narrador de Senua, recapitula los acontecimientos de Hellblade: Senua’s Sacrifice y describe cómo su padre consideraba su psicosis una «maldición», una enfermedad hereditaria transmitida como un «pecado de la madre».

Este tema de la maternidad me ha puesto los pelos de punta. De repente, veo a Senua bajo una nueva luz: como la antítesis metafórica de Illtauga. Cuando ambos se encuentran en una ardiente jaula de lava fundida y ceniza, me sorprende la genialidad catártica de que el producto del «pecado» tenga el poder de perdonar al pecador.

Frenk Rodriguez
Frenk Rodriguez
Hola, me llamo Frenk Rodríguez. Soy un escritor experimentado con una gran capacidad para comunicar de forma clara y eficaz a través de mis escritos. Tengo un profundo conocimiento de la industria del juego y me mantengo al día de las últimas tendencias y tecnologías. Soy detallista y capaz de analizar y evaluar juegos con precisión, y afronto mi trabajo con objetividad e imparcialidad. También aporto una perspectiva creativa e innovadora a mis escritos y análisis, lo que contribuye a que mis guías y reseñas resulten atractivas e interesantes para los lectores. En general, estas cualidades me han permitido convertirme en una fuente de información y conocimientos fiable y de confianza en el sector de los videojuegos.