La apertura de la puerta de la cámara acorazada es la imagen más icónica de Fallout: un movimiento bíblico de la piedra hacia atrás que significa el renacimiento en el mundo exterior. Sin embargo, normalmente la puerta permanece en sus goznes. No suele salir disparada a gran velocidad a través de 160 kilómetros de cielo de Virginia Occidental, como el tapón de una botella de Nuka-Cola agitada.
Cuando la puerta voladora aterriza por fin, está lejos de casa. Como un meteoro de acero, se ha estrellado contra la Interestatal 59 cerca de Flatwoods, abriendo un profundo surco en la carretera de sur a norte. Al acercarnos a pie, vemos dos dígitos amarillos -un seis y un tres- todavía estampados en pintura a prueba de armas nucleares en su parte delantera. Como la apertura de una nueva cámara acorazada siempre es motivo de celebración, sean cuales sean las circunstancias, rastreamos la puerta hasta su punto de origen, en lo más profundo de la parte sur del mapa. Allí empezaremos a descubrir el destino de los habitantes de la Bóveda 63 y exploraremos el Valle de los Cielos que la rodea.
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