El debut como director de Dev Patel, Monkey Man, es una película brutal y sin tapujos. La película se centra en el protagonista de Patel, conocido únicamente como Kid, que emprende una sangrienta búsqueda de venganza espoleado por un crimen incalificable de su pasado. La misión le enfrenta a las corruptas clases dirigentes en una lucha política pero personal. Naturalmente, los paralelismos con John Wick son obvios.
Es algo de lo que la propia película es muy consciente, teniendo en cuenta que hace referencia a John Wick al principio de la película, cuando el Kid de Patel se compra un arma. Las secuencias de acción iluminadas con luces de neón, las frecuentes caídas de agujas e incluso el elegante traje negro de Patel parecen homenajes, deliberados o no. Muchas críticas y reacciones a la película han establecido la comparación. Pero Monkey Man es mucho más que el próximo John Wick.
Un trabajo de amor
(Crédito de la imagen: Universal Pictures)
Para empezar, Monkey Man es una película que sólo podría haber hecho Patel. El título hace referencia a la deidad hindú Hanuman, una figura con la que la difunta madre del protagonista le comparaba de niño y, de adulto, Kid lleva una máscara de mono mientras participa en crueles peleas clandestinas. Pero Patel también tiene una conexión personal con Hanuman.
En el punto de mira de la gran pantalla
Los estrenos más desconocidos que hay que conocer, con un nuevo artículo cada viernes.
«Hanuman me cautivó de verdad. Ha sido una especie de emblema para mi padre y para muchos miembros de mi familia», dijo Patel en el estreno de la película en SXSW (vía Hindustan Times). «Si vas a cualquier gimnasio de la India, allí están Arnold Schwarzenegger, Ronnie Coleman y Hanuman. Lo que me desconcertaba cuando crecía era la iconografía de este ser superfuerte que podía sostener montañas con una mano y abrirse el pecho. Me recordaba a la iconografía de Superman. Yo estaba como, esto es increíble, me gustaría que el mundo lo supiera. Cuando profundizas en él, es una especie de tipo que ha perdido la fe en sí mismo y al que había que recordarle quién era».
El debut como director de Dev Patel, Monkey Man, es una película brutal y sin tapujos. La película se centra en el protagonista de Patel, conocido únicamente como Kid, que emprende una sangrienta búsqueda de venganza espoleado por un crimen incalificable de su pasado. La misión le enfrenta a las corruptas clases dirigentes en una lucha política pero personal. Naturalmente, los paralelismos con John Wick son obvios.
Es algo de lo que la propia película es muy consciente, teniendo en cuenta que hace referencia a John Wick al principio de la película, cuando el Kid de Patel se compra un arma. Las secuencias de acción iluminadas con luces de neón, las frecuentes caídas de agujas e incluso el elegante traje negro de Patel parecen homenajes, deliberados o no. Muchas críticas y reacciones a la película han establecido la comparación. Pero Monkey Man es mucho más que el próximo John Wick.
Un trabajo de amor
(Crédito de la imagen: Universal Pictures)
Para empezar, Monkey Man es una película que sólo podría haber hecho Patel. El título hace referencia a la deidad hindú Hanuman, una figura con la que la difunta madre del protagonista le comparaba de niño y, de adulto, Kid lleva una máscara de mono mientras participa en crueles peleas clandestinas. Pero Patel también tiene una conexión personal con Hanuman.
En el punto de mira de la gran pantalla
Los estrenos más desconocidos que hay que conocer, con un nuevo artículo cada viernes.
«Hanuman me cautivó de verdad. Ha sido una especie de emblema para mi padre y para muchos miembros de mi familia», dijo Patel en el estreno de la película en SXSW (vía Hindustan Times). «Si vas a cualquier gimnasio de la India, allí están Arnold Schwarzenegger, Ronnie Coleman y Hanuman. Lo que me desconcertaba cuando crecía era la iconografía de este ser superfuerte que podía sostener montañas con una mano y abrirse el pecho. Me recordaba a la iconografía de Superman. Yo estaba como, esto es increíble, me gustaría que el mundo lo supiera. Cuando profundizas en él, es una especie de tipo que ha perdido la fe en sí mismo y al que había que recordarle quién era».
Ésta no es la única forma en que Patel se ha volcado en la película. La producción ha supuesto un enorme desgaste físico para el actor y director, que ha sufrido fracturas óseas (ha necesitado un tornillo en una mano), una infección ocular y un desgarro en el hombro. Una serie de contratiempos catastróficos amenazaron con desviar la producción por completo, aunque Patel fue capaz de salvar el proceso con considerable esfuerzo e innovación (incluso rodando con su propio teléfono móvil y pegando las mesas rotas después de que le llamaran para cortar, listo para empezar de nuevo). Fue, en todos los sentidos, una labor de amor.
En acción
(Crédito de la imagen: Universal Pictures)
También está el hecho de que la película estuvo a punto de caer en el olvido, después de que fracasara un acuerdo de distribución con Netflix: Jordan Peele y su productora, Monkeypaw Productions, rescataron la película del olvido y la llevaron a Universal para su estreno en cines.
Monkey Man es realmente una película que merece ser vista en la gran pantalla, con esas secuencias de acción trepidantes que necesitan un lienzo enorme y altavoces a todo volumen. La lucha cuerpo a cuerpo se inspira en mucho más que la (excelente) acción de John Wick, algo que el propio Patel ha señalado. «Para mí, soy un gran fan de la franquicia, pero esta película nace de mi amor por el cine de acción, desde Bruce Lee a Sammo Hung, pasando por Jet Li, Jackie Chan, el cine coreano, que cambió mi vida por completo, y también Bollywood», explica Patel al Austin American-Statesman. «Es un extraño cóctel de todas estas cosas que he inyectado en esta película».
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