Un juego de ritmo de Britney Spears de 2002 me hizo mejorar jugando a Lies of P – y ahora por fin estoy listo para abordar Elden Ring

Enfrentarme a los jefes más duros de Lies of P siempre iba a ser difícil para un novato en el Anillo de los Elfos como yo, pero ahora mismo estoy que ardo. Con los auriculares colgados del cuello y el volumen bajado, lo único que oigo es el silbido agudo de mi propia voz mientras cuento los ataques del arzobispo caído Andreus. «Uno y dos, tres y golpe, cuatro, cinco… seis-siete-golpe«. Mis manos aún tiemblan con el signo revelador de un subidón de adrenalina: estoy muy cerca de acabar con este demonio para siempre y, normalmente, aquí es donde flaquearía.

Hace tiempo que me atraen algunos de los mejores juegos de FromSoftware por sus impresionantes conceptos de diseño, pero también padezco una terrible maldición: No se me da muy bien jugarlos. No me malinterpretéis, he jugado bastante a Elden Ring, Lords of the Fallen y Bloodborne en el pasado, pero los he abandonado al toparme con un muro. Sin embargo, al sentarme a jugar a Lies of P, por fin lo he conseguido. Al tratar este juego de acción y rol tan exigente como el juego de ritmo que me encantaba cuando tenía 7 años, he vencido a mis propios nervios y he conseguido jugarlo mejor.

Más fuerte que ayer

Britney's Dance Beat para PS2

(Crédito de la imagen: THQ)Truly Tarnished

Elden Ring

(Crédito de la imagen: FromSoftware)

Esto es todo lo que sabemos sobre el DLC de Elden Ring: Shadow of the Erdtree

Todo empezó con Britney. Muchos millennials dirán lo mismo, pero en este caso me refiero concretamente a Britney’s Dance Beat. Fue uno de los primeros juegos de PS2 que recuerdo que me compraron a mí en lugar de a mi hermano -lo cual no quiere decir que no me dejara probar 50 Cent Bulletproof o Fahrenheit- y recuerdo que me propuse ser absolutamente brillante en él. Conseguir una puntuación perfecta en Slave 4 U fue difícil en 2002, pero no sabía que mi método militante de silenciar el televisor y simplemente gritar el ritmo en voz alta volvería a serme útil 22 años después.

Enfrentarme a los jefes más duros de Lies of P siempre iba a ser difícil para un novato en el Anillo de los Elfos como yo, pero ahora mismo estoy que ardo. Con los auriculares colgados del cuello y el volumen bajado, lo único que oigo es el silbido agudo de mi propia voz mientras cuento los ataques del arzobispo caído Andreus. «Uno y dos, tres y golpe, cuatro, cinco… seis-siete-golpe«. Mis manos aún tiemblan con el signo revelador de un subidón de adrenalina: estoy muy cerca de acabar con este demonio para siempre y, normalmente, aquí es donde flaquearía.

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Lies of P

Hace tiempo que me atraen algunos de los mejores juegos de FromSoftware por sus impresionantes conceptos de diseño, pero también padezco una terrible maldición: No se me da muy bien jugarlos. No me malinterpretéis, he jugado bastante a Elden Ring, Lords of the Fallen y Bloodborne en el pasado, pero los he abandonado al toparme con un muro. Sin embargo, al sentarme a jugar a Lies of P, por fin lo he conseguido. Al tratar este juego de acción y rol tan exigente como el juego de ritmo que me encantaba cuando tenía 7 años, he vencido a mis propios nervios y he conseguido jugarlo mejor.

Más fuerte que ayer

(Crédito de la imagen: THQ)Truly Tarnished

(Crédito de la imagen: FromSoftware)

Esto es todo lo que sabemos sobre el DLC de Elden Ring: Shadow of the Erdtree

Todo empezó con Britney. Muchos millennials dirán lo mismo, pero en este caso me refiero concretamente a Britney’s Dance Beat. Fue uno de los primeros juegos de PS2 que recuerdo que me compraron a mí en lugar de a mi hermano -lo cual no quiere decir que no me dejara probar 50 Cent Bulletproof o Fahrenheit- y recuerdo que me propuse ser absolutamente brillante en él. Conseguir una puntuación perfecta en Slave 4 U fue difícil en 2002, pero no sabía que mi método militante de silenciar el televisor y simplemente gritar el ritmo en voz alta volvería a serme útil 22 años después.

Tal vez fuera un primer indicio del TDAH que me diagnosticaron más tarde, pero ahora soy consciente de que me agobia mucho la música alta cuando intento concentrarme en una tarea compleja. No me distraigo: abrumado, porque una parte de mi cerebro está desesperada por escucharla. Esto hizo que sentarme a jugar y escribir mi reseña de Lies of P fuera algo realmente angustioso, no porque tenga miedo a las marionetas ni nada por el estilo, sino porque estaba realmente angustiado por lo difícil que me resultaba mantenerme concentrado durante las grandes e importantes batallas. Mi corazón de colibrí siempre se ha puesto a la altura de las circunstancias cuando suena esa música dramática de la lucha contra el jefe. Ya sabes: voces corales inquietantes que suenan al unísono con urgencia, como si fuera una ópera en el infierno, mientras las cuerdas oscuras y los instrumentos de metal suenan de fondo, recordándote que ese tipo contra el que estás luchando, probablemente con un nombre como «Deathbringer, Eater of Suns», es algo muy importante. El dramatismo palpable hace que me suden las palmas de las manos y se me agarroten los músculos mientras juego a Lies of P, casi como una respuesta de lucha o huida. Hago cuatro intentos contra el Vigilante Desguazado antes de arrancarme instintivamente los auriculares y decidir simplemente contar.

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(Crédito de la imagen: Neowiz)

Mi método militante de silenciar el televisor y limitarme a gritar en voz alta las cuentas de los tiempos volvería a serme útil.

Frenk Rodriguez
Frenk Rodriguez
Hola, me llamo Frenk Rodríguez. Soy un escritor experimentado con una gran capacidad para comunicar de forma clara y eficaz a través de mis escritos. Tengo un profundo conocimiento de la industria del juego y me mantengo al día de las últimas tendencias y tecnologías. Soy detallista y capaz de analizar y evaluar juegos con precisión, y afronto mi trabajo con objetividad e imparcialidad. También aporto una perspectiva creativa e innovadora a mis escritos y análisis, lo que contribuye a que mis guías y reseñas resulten atractivas e interesantes para los lectores. En general, estas cualidades me han permitido convertirme en una fuente de información y conocimientos fiable y de confianza en el sector de los videojuegos.