Mis primeros pasos en El Eje Invisible son vacilantes. Aparezco en medio de un inmenso bosque con un arco en la mano y sin recordar este lugar ni quién soy. El lento traqueteo de una guitarra eléctrica parece acompasarse a mi ritmo cardíaco mientras me enfrento a mi nuevo entorno. Disparar una flecha espiritual me permite explorar el terreno en busca de peligros, y su luz azul de otro mundo inunda el oscuro terreno con un fresco manto de magia. Coloco un marcador luminoso en una estructura de aspecto sospechoso a unos cientos de metros y, de repente, me separo de mi misión de reconocimiento con un fuerte golpe. Me atacan una bestia con cuernos y lo que parece ser Bigfoot, y mientras giro rápidamente la rueda del ratón para cambiar a flechas de madera, la atmosférica música de guitarra se convierte de repente en un auténtico estruendo metálico.
Así es un día cualquiera en el místico e implacable mundo de The Axis Unseen. El juego, un proyecto independiente de Just Purkey Games, encabezado por un ex desarrollador de Skyrim y Fallout, enfrenta a los jugadores a un extenso mundo de criaturas hostiles que intentan descubrirte. Aún no he experimentado todos los giros de la historia del cazador sin nombre, pero hay una cosa que sí puedo hacer: cazar a mi presa en busca de fuentes de energía para mis armas, magia y un incipiente conjunto de útiles habilidades, que espero me saquen de situaciones complicadas tan rápido como parezco encontrarme en ellas.
Tirador
(Crédito de la imagen: Just Purkey Games)
Quizá lo que más me ha gustado de Axis Unseen hasta el momento es la despiadada mezcla de juego de supervivencia y momentos de auténtico terror. Reforzada por el constante flujo y reflujo de la música, que se acelera o ralentiza en función de los peligros inminentes o los combates, la experiencia es una experiencia sensorial única que exige toda mi atención.
Lo más destacado
(Crédito de la imagen: Sunset Visitor, Fellow Traveller)
1000xResist es uno de los juegos mejor escritos y con mejor ritmo narrativo.
Para empezar, no parece haber mucho que ver. Un sinfín de colinas de tierra onduladas con alguna que otra roca de color blanco pálido conforman el terreno medio de cada nivel, al que se accede atravesando puertas resplandecientes desde una zona central segura. Pero un rápido vistazo al horizonte revela restos esqueléticos gigantescos, que traen a la mente imágenes de monstruos muertos hace mucho tiempo que vagaban por estas tierras. Por suerte, las criaturas que merodean por aquí ahora son mucho más pequeñas, pero siguen siendo muy poderosas.
Mis primeros pasos en El Eje Invisible son vacilantes. Aparezco en medio de un inmenso bosque con un arco en la mano y sin recordar este lugar ni quién soy. El lento traqueteo de una guitarra eléctrica parece acompasarse a mi ritmo cardíaco mientras me enfrento a mi nuevo entorno. Disparar una flecha espiritual me permite explorar el terreno en busca de peligros, y su luz azul de otro mundo inunda el oscuro terreno con un fresco manto de magia. Coloco un marcador luminoso en una estructura de aspecto sospechoso a unos cientos de metros y, de repente, me separo de mi misión de reconocimiento con un fuerte golpe. Me atacan una bestia con cuernos y lo que parece ser Bigfoot, y mientras giro rápidamente la rueda del ratón para cambiar a flechas de madera, la atmosférica música de guitarra se convierte de repente en un auténtico estruendo metálico.
Así es un día cualquiera en el místico e implacable mundo de The Axis Unseen. El juego, un proyecto independiente de Just Purkey Games, encabezado por un ex desarrollador de Skyrim y Fallout, enfrenta a los jugadores a un extenso mundo de criaturas hostiles que intentan descubrirte. Aún no he experimentado todos los giros de la historia del cazador sin nombre, pero hay una cosa que sí puedo hacer: cazar a mi presa en busca de fuentes de energía para mis armas, magia y un incipiente conjunto de útiles habilidades, que espero me saquen de situaciones complicadas tan rápido como parezco encontrarme en ellas.
Tirador
(Crédito de la imagen: Just Purkey Games)
Quizá lo que más me ha gustado de Axis Unseen hasta el momento es la despiadada mezcla de juego de supervivencia y momentos de auténtico terror. Reforzada por el constante flujo y reflujo de la música, que se acelera o ralentiza en función de los peligros inminentes o los combates, la experiencia es una experiencia sensorial única que exige toda mi atención.
Lo más destacado
(Crédito de la imagen: Sunset Visitor, Fellow Traveller)
1000xResist es uno de los juegos mejor escritos y con mejor ritmo narrativo.
Para empezar, no parece haber mucho que ver. Un sinfín de colinas de tierra onduladas con alguna que otra roca de color blanco pálido conforman el terreno medio de cada nivel, al que se accede atravesando puertas resplandecientes desde una zona central segura. Pero un rápido vistazo al horizonte revela restos esqueléticos gigantescos, que traen a la mente imágenes de monstruos muertos hace mucho tiempo que vagaban por estas tierras. Por suerte, las criaturas que merodean por aquí ahora son mucho más pequeñas, pero siguen siendo muy poderosas.