«Ven, es hora de acudir a tu cita con el Hombre de Mimbre», dice el Lord Summerisle de Christopher Lee en la infame penúltima escena, justo antes de que el detective encuentre su ardiente destino. En este punto de la película, es fácil ver a los habitantes de Summerisle, como los villanos de esta historia, capturando a un hombre inocente y sacrificándolo por el bien de sus cultivos y su supervivencia en general. Pero con el tiempo llega el cambio, y como han pasado 50 años enteros desde el estreno de El hombre de mimbre, de Robin Hardy, podemos considerar la película como un ejemplo de cómo la ignorancia de culturas distintas a la propia puede tener terribles consecuencias. ¿Quién tuvo realmente la culpa aquí?
Graves consecuencias
(Crédito de la imagen: Studio Canal)
Ahora bien, sabemos lo absurdo que suena esto, que un hombre asesinado por el simple hecho de existir en un lugar ajeno a él, pueda ser merecedor de esta retribución de alguna forma. Y antes de que alguien alerte a las autoridades, no estamos condonando el asesinato, pero no podemos evitar animar a los lugareños. Esta es una tendencia que hemos visto aparecer repetidamente a lo largo de las cinco décadas transcurridas, tanto en el subgénero del terror popular como fuera de él también.
En la obra maestra de Ari Aster de 2019, Midsommar, vemos a un grupo de estudiantes estadounidenses entrar en una pintoresca comuna sueca para investigar el peculiar modo de vida del grupo para un proyecto de tesis. A lo largo de la película, los estadounidenses tratan a los hÅrga como algo que estudiar y juzgar, con uno rebuscando entre documentos sagrados y otro esperando seducir a una joven. Cuando cada miembro obtiene su merecido sentimos casi una sensación de alivio y justicia.
Un ejemplo más extremo lo encontramos en la película de terror que conmocionó a principios de los 80, Holocausto caníbal, de Ruggero Deodato, en la que un grupo de occidentales invade una comunidad aislada en el Amazonas, filmando y mofándose de los colonos, e incluso llegando a agredir a uno de ellos.
El hombre de mimbre no es tan blanco y negro en su moralidad. El sargento Howie de Edward Woodward en realidad nunca hace nada malo, lícitamente, lo que hace que su desaparición sea aún más chocante. Sin embargo, hay que señalar que es advertido por los lugareños en múltiples ocasiones. Tanto Willow, la hija del casero, como la maestra de la escuela le aconsejan que se marche antes de la celebración. May Morrison, que regenta la oficina de correos, le señala su ignorancia cultural diciéndole: «Deja de inmiscuirte en cosas que no te conciernen».
Debemos recordar que, como en Holocausto caníbal, el detective está tratando con un grupo aislado del resto del mundo, y eso incluye lo que consideramos «normal» en términos de valores, moral y ética. Si ha vivido toda su vida en una comunidad con tradiciones estrictas, es probable que continúe con ellas, incluso si eso significa ir en contra de las normas o de la ley.
Comunidad frente a ley
(Crédito de la imagen: Studio Canal)
Esto nos lleva a las viejas cuestiones de la naturaleza frente a la educación, y de la comunidad frente a la ley. ¿Cómo sabemos que lo que hacemos está mal si nos han enseñado que está bien? La comunidad en la que nacemos y la educación que recibimos forman nuestros valores éticos y nuestra brújula moral.
Este tema se ha explorado más a fondo en el género. Por ejemplo, en Green Inferno, de Eli Roth, vemos a un grupo de activistas aterrizar en las profundidades del Amazonas, donde pronto se encuentran siendo cazados por una tribu caníbal que está completamente aislada del mundo exterior. Por horrible y brutal que parezca, la tribu no conoce otra forma de vida, no ven a los activistas como humanos sino como una fuerza alienígena exterior, lo que hace que la barbarie sea un poco más comprensible.
Sin embargo, hay otra vertiente obvia en este debate que aún no hemos abordado. La muerte del policía era ineludible y la secta planeó asesinar al desprevenido agente todo el tiempo, lo que revelaron al final. Aunque los lugareños le han atraído hasta aquí con la intención de matar a Howie, lo hacen por desesperación. Sus cosechas fracasaron el año anterior y necesitan un sacrificio para apaciguar a sus dioses por miedo a morir de hambre. Obviamente es un acto malvado, pero hecho por miedo y por lo que consideran una necesidad.
El miedo a lo desconocido
(Crédito de la imagen: Studio Canal)
Desde el principio de la película, casi se nos obliga a ver a los habitantes de Summerisle como los otros. Nos ponemos en la piel del sargento Howie, cristiano conservador, cuando llega a la pequeña isla escocesa de Summerisle para investigar la denuncia de la desaparición de un niño. A través de sus ojos occidentales, más bien tradicionales, vemos las exhibiciones sexuales y los extraños rituales paganos de los residentes de Summerisle. Pero tenemos que recordarnos que esto sólo le resulta extraño al policía (y a algunos de nosotros) porque está muy lejos de cómo él vive.
«Sencillamente, nunca entenderás la verdadera naturaleza del sacrificio», dice May Morrison, recordándole a Howie que es un extraño y que simplemente no comprende la forma de vida pagana. Esta falta de comprensión hace que Howie tema a los lugareños y lo que no conoce.
El miedo a lo desconocido ha sido explorado en innumerables películas de terror y en la literatura gótica, surgida de novelas como Drácula, de Bram Stoker, donde la monstruosidad y el caos se encuentran en tierras extranjeras y personas desconocidas. Esta forma de pensar está en sintonía con nuestro propio ser, lo que en cierto modo justifica tanto las acciones de Howie como las de los habitantes de Summerisle, al menos en sus mentes. De esta forma de pensar podemos concluir que The Wicker Man no es simplemente una historia del bien contra el mal, o de cristianos contra paganos, sino más bien una lección para ser conscientes de las diferencias culturales y de nuestros propios prejuicios – y un recordatorio para no meter las narices donde no nos llaman.
The Wicker Man 1973 está disponible en streaming en BBC iPlayer en el Reino Unido y lista para alquilar en Prime Video en Estados Unidos. Volviendo al siglo XXI, consulte nuestra selección de las mejores películas de terror de todos los tiempos y todas las próximas películas de terror en camino.