Nunca encontré a Lae’zel en Baldur’s Gate 3 y eso me convirtió en un villano

A las 60 horas de Baldur’s Gate 3, me encuentro con mi primer grupo de githyanki. Despejar la guarida del Emperador bajo la taberna Elfsong se supone que es un asunto breve, pero me paso la mayor parte del tiempo siendo brutalmente apaleado por una horda de guerreros gith preparados para la marcialidad. Me asombra su fuerza psiónica, el hecho de que puedan enfrentarse a mi monje Impulso Oscuro de BG3 sin esfuerzo, incluso con una bendición impía de mi parte. También es cuando me doy cuenta de que, vaya, no he conocido a un solo githyanki desde que me separé de Lae’zel tras el accidente del nautiloide.

Al no haber encontrado nunca a Lae’zel en las primeras horas del juego, mi primer viaje en BG3 carece ahora de un elemento crucial: toda la trama gith. Nunca encuentro la crÈche, y mucho menos me entero de su existencia. Sin la amenaza del ejército de Vlaakith que me haga dudar de las intenciones del Guardián, no tengo necesidad de liberar a Orfeo. Al olvidarme de Lae’zel he creado accidentalmente una versión de Baldur’s Gate 3 en la que los gith no son más que molestas criaturas alienígenas, acechando inexplicablemente bajo la ciudad, y sinceramente… Fue un placer derribar el lugar sin ella.

Spoilers de la historia de Dark Urge y de los actos 1, 2 y 3 de Baldur’s Gate 3

Los días de Lae’zy

Miembros del grupo de compañeros de Baldur's Gate 3

(Crédito de la imagen: Larian Studios)Reina lechera

Minthara de Baldur's Gate 3

(Crédito de la imagen: Larian Studios)

No sólo me olvidé de un personaje clave, sino que me hice bueno en BG3 a base de engañar a todos los jefes.

No es hasta que empiezo una nueva partida cuando descubro lo mucho que Lae’zel aporta a la trama principal. Tanto es así que, en muchos sentidos, es prácticamente el personaje principal de Baldur’s Gate 3.

No sólo es Lae’zel la primera criatura no cerebral que se conoce, sino que también es con la que no se tiene opción de trabajar durante esas escenas iniciales. Se puede rescatar a Shadowheart de su vaina, pero es igual de fácil dejarla en paz y recogerla más tarde. Lae’zel también desaparece después de que te estrelles en la playa, pero aparentemente no está demasiado lejos. Sin embargo, yo no lo sabría, ya que después de recoger a Gale para añadirla a mi alegre banda de seguidores junto a Shadowheart y Astarion, me volví para ir a explorar en dirección contraria.

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El resto del Acto 1 transcurre con normalidad y no se echa nada en falta. Nunca oigo la palabra «githyanki», ni ninguna de las no tan veladas ocurrencias racistas de Shadowheart sobre ellos. Ni siquiera me aventuro a ir al Descanso de Waukeen ni a ningún lugar cercano al Paso de la Montaña, ya que opto por dirigirme directamente a la Infraoscuridad después de que Halsin me dé a elegir entre los dos caminos. Como la crÈche gith y sus habitantes permanecen inexplorados, tampoco llego a conocer a Kith’rak Voss, a saber de los rebeldes githyanki ni a luchar con las secuelas de haber traicionado a Vlaakith al final del segundo acto. En cambio, puedo abrirme camino en Baldur’s Gate sin impedimentos, sin apenas una nariz digna a la vista.

Sin Lae’zel en absoluto en el juego, mi historia se centra estrechamente en mi viaje del Impulso Oscuro. Aceptar o rechazar mi derecho de nacimiento como Elegido de Bhaal no es una elección que deba tomarse a la ligera, pero sea como sea que quiera enfrentarme finalmente al Netherbrain, necesitaré al Emperador para acercarme a él. Son Lae’zel y los rebeldes gith los que le hacen sospechar en absoluto de las intenciones del Emperador; ajeno a su difícil situación, el ole cara de tentáculo es un tipo bastante sensato. Más que eso, es la mejor opción que tengo para llegar a ese cerebro. Mi grupo expresa desconfianza en nuestro protector de los voladores de mentes. Yo los rechazo a todos.

Casa de los Nop

Tratos con Raphael de Baldur's Gate 3

(Crédito de la imagen: Larian Studios)

Tuve mi final feliz, empapado de sangre. Lae’zel murió en una jaula en el primer acto.

Por fin empiezo a sospechar que me he perdido algo bastante grande cuando Rafael me hace una oferta: me dará el Martillo Órfico para liberar del prisma astral a un príncipe gith encarcelado, a cambio de darle la Corona de Karsus tras mi enfrentamiento con el Netherbrain. Pero, ¿por qué iba yo a querer liberar a Orfeo?

Hasta donde yo sé, Orfeo es lo único que impide que a mí y a mis amigos nos salgan ventosas. Sin embargo, en ese momento suena lo bastante importante, así que acepto la oferta de todos modos y me infiltro en la Casa de la Esperanza para romper mi propio contrato. La lucha contra el jefe Raphael es un momento destacado para mí en todo el juego, pero es una aventura totalmente inútil cuando no uso el martillo en absoluto antes del empujón final contra el cerebro.

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En lugar de eso, dejo que me conviertan en un aniquilador de mentes y me alío con el Emperador, porque ¿por qué demonios no? De nuevo, sin Lae’zel, no hay razón para no hacerlo. Se me da una última oportunidad de redimirme y destruir el Netherbrain, pero aun así elijo esclavizarlo en nombre de Bhaal y diezmar la Puerta de Baldur. Tengo mi final feliz, empapado de sangre. Lae’zel murió en una jaula en el Acto 1.

Baldur's Gate 3

(Crédito de la imagen: Larian Studios)

En retrospectiva, es increíble pensar en la influencia que tuvo este único compañero en el argumento principal de BG3. Sin Lae’zel, la subtrama githyanki sencillamente nunca entra en juego, lo que hace que Raphael, la Corona de Karsus y todo el Paso de la Montaña sean prácticamente irrelevantes. Puede parecer una forma estupenda de quedarse fuera de algunos momentos fantásticos del juego, pero yo diría que la ausencia de Lae’zel estaba justificada en mi caso. Para mí, Dark Urge es la historia «canónica» de BG3, que eleva las apuestas mucho más que una partida estándar con el personaje original.

Sabiendo lo que sé ahora, me pregunto si el viaje de Lae’zel podría haber distraído el mío, o si habría añadido aún más profundidad. Quizá la influencia de algún gith inexpresivo me habría impedido ocupar el lugar que me correspondía como Elegido de Bhaal. Quizá hubiera dejado que Shadowheart la gankeara en el campamento. Una cosa es segura: no iba a ayudar a toda una raza de alienígenas esclavizados por la bondad de mi frío y asesino corazón, así que quizá fue mejor que se la dejara a esos tieflings.

¿Es ésta la muerte más vergonzosa de BG3?

Frenk Rodriguez
Frenk Rodriguez
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