Llevo 10 horas jugando a Fire Emblem Engage y, en ese tiempo, no he podido dejar de pensar en los juegos anteriores. Es difícil no acordarse de los juegos anteriores cuando una de las características más destacadas de Engage es que puedes llevar anillos que te permiten canalizar las habilidades y fortalezas de los personajes de Fire Emblem del pasado. Con personajes como Marth del Fire Emblem original: Shadow Dragon and the Blade of Light, Lyn de Fire Emblem: The Blazing Blade y Celica de Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia, estas caras conocidas son un firme recordatorio de la cantidad de fantásticos RPG tácticos que alberga la serie.
A medida que me sumerjo en la batalla con una alineación de personajes clásicos, Engage no hace más que intensificar mi continuo deseo de revisitar entradas pasadas en la Switch. Cada vez que se anuncia un Nintendo Direct, me veo creando un círculo de invocación con mi colección de amiibos de Fire Emblem con la esperanza de que tal vez, solo tal vez, reciba por fin el anuncio que he estado esperando por encima de todo: Fire Emblem Fates y Awakening recibirán el tratamiento de Switch, junto con entregas anteriores como Sacred Stones y Path of Radiance.
Es cierto que parece menos probable que volvamos a ver los juegos más recientes de 3DS, pero me encantaría que Nintendo portase o reeditase más entregas que llegaron originalmente a GameCube o GameBoy Advance. No solo para mi propio disfrute, sino para que las generaciones más jóvenes puedan acceder a ellos y disfrutarlos en un hardware moderno.
Legado
(Crédito de la imagen: Nintendo)Héroes portátiles
(Crédito de la imagen: Nintendo)
Los 25 mejores juegos de Nintendo 3DS de todos los tiempos
A pesar de lo mucho que me está gustando Engage, no me ha enganchado de la misma forma que lo hizo Fire Emblem: Three Houses hace cinco años. Esto no me sorprende, ya que Three Houses es uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos, pero me hizo pensar por qué. Me encanta la aparición de personajes heredados en Engage y las habilidades especiales que te proporcionan, y sigue ofreciendo sus característicos combates de estrategia. Pero Three Houses hizo un trabajo fantástico al conseguir que sintiera que estaba influyendo no sólo en la dirección de la historia, sino también en los estudiantes a los que ayudaba e instruía activamente.
Llevo 10 horas jugando a Fire Emblem Engage y, en ese tiempo, no he podido dejar de pensar en los juegos anteriores. Es difícil no acordarse de los juegos anteriores cuando una de las características más destacadas de Engage es que puedes llevar anillos que te permiten canalizar las habilidades y fortalezas de los personajes de Fire Emblem del pasado. Con personajes como Marth del Fire Emblem original: Shadow Dragon and the Blade of Light, Lyn de Fire Emblem: The Blazing Blade y Celica de Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia, estas caras conocidas son un firme recordatorio de la cantidad de fantásticos RPG tácticos que alberga la serie.
A medida que me sumerjo en la batalla con una alineación de personajes clásicos, Engage no hace más que intensificar mi continuo deseo de revisitar entradas pasadas en la Switch. Cada vez que se anuncia un Nintendo Direct, me veo creando un círculo de invocación con mi colección de amiibos de Fire Emblem con la esperanza de que tal vez, solo tal vez, reciba por fin el anuncio que he estado esperando por encima de todo: Fire Emblem Fates y Awakening recibirán el tratamiento de Switch, junto con entregas anteriores como Sacred Stones y Path of Radiance.
Es cierto que parece menos probable que volvamos a ver los juegos más recientes de 3DS, pero me encantaría que Nintendo portase o reeditase más entregas que llegaron originalmente a GameCube o GameBoy Advance. No solo para mi propio disfrute, sino para que las generaciones más jóvenes puedan acceder a ellos y disfrutarlos en un hardware moderno.
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(Crédito de la imagen: Nintendo)Héroes portátiles
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A pesar de lo mucho que me está gustando Engage, no me ha enganchado de la misma forma que lo hizo Fire Emblem: Three Houses hace cinco años. Esto no me sorprende, ya que Three Houses es uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos, pero me hizo pensar por qué. Me encanta la aparición de personajes heredados en Engage y las habilidades especiales que te proporcionan, y sigue ofreciendo sus característicos combates de estrategia. Pero Three Houses hizo un trabajo fantástico al conseguir que sintiera que estaba influyendo no sólo en la dirección de la historia, sino también en los estudiantes a los que ayudaba e instruía activamente.
Pero aunque no me sienta tan conectado a la historia o al grupo en Engage, sigo pasándomelo en grande, y no creo que hasta ahora no haya disfrutado de un juego de Fire Emblem. Esta constatación no solo demuestra la fuerza de la serie en general, sino también por qué me muero por ver más juegos en Switch o, potencialmente, en la tan rumoreada Switch 2. Tampoco está del todo fuera de lo posible, dado que Fire Emblem ya está disponible en la consola Game Boy Advance virtual en Nintendo Switch Online. Allá por 2020, también vimos el lanzamiento de Shadow Dragon and the Blade of Light en Switch con motivo de su 30 aniversario, estando disponible oficialmente en Occidente por primera vez. Desafortunadamente, por alguna razón, Nintendo decidió hacer de este un lanzamiento por tiempo limitado, un hecho que todavía me irrita a día de hoy.
Fire Emblem Awakening y Fates han sido mis favoritos durante mucho tiempo, y quizá sea ilusorio esperar que vuelvan pronto. Pero desde la historia estelar hasta los satisfactorios desafíos estratégicos, mataría por tener otra excusa para volver a jugarlos en un remaster o port para Switch. Awakening es el hogar de algunos de los personajes más memorables de la serie, mientras que Fates ofrecía rutas distintas que parecían tres juegos en uno, como Three Houses. Además, el sistema de vínculos era aún más impactante en ambos juegos porque tenía diferentes generaciones de personajes, y cada emparejamiento en el campo de batalla podía llevar al matrimonio y a tener hijos, lo que introducía nuevos reclutas en el rebaño.