Una cosa que adoro absolutamente de los juegos de puzzle es su capacidad para hacerme sentir estúpido en un momento y la persona más inteligente del planeta al siguiente. Los mejores juegos de rompecabezas que existen equilibran este dilema con precisión: nunca nos dejan hundidos en las profundidades de la estupidez demasiado tiempo, y siempre nos hacen sentir que somos nosotros el problema, y no su mecánica de juego y/o los enrevesados enigmas que se interponen entre nosotros y el éxito. Lo que significa que cuando estos juegos consiguen elevarnos con cada momento eureka que nos sube el ego y nos alimenta de endorfinas, nos hacen olvidar esos momentos bajos en un instante. Algunos de mis favoritos personales de todos los tiempos en este sentido son Portal y Portal 2, Braid, Fez y la joya de Croteam de 2014, The Talos Principle.
No me puedo creer que hayan pasado nueve años desde que este último maravillara por primera vez con sus rompecabezas medioambientales, sus temas de transhumanismo y sus montones de malvados impulsados por IA, pero aquí estamos. Eso es un enigma en sí mismo. En cualquier caso, aquí estoy, en los estertores de El principio Talos 2, enamorándome de nuevo, dentro de un mundo que es irracionalmente exasperante, brillante, fresco y familiar a la vez.
Problema resuelto
(Crédito de la imagen: Croteam)
Arrojado de nuevo a un mundo contradictorio de ruinas antiguas y tecnología muy avanzada, The Talos Principle 2 es tan reflexivo como desafiante. Juegos como The Witness, Return of the Obra Dinn y lo que he jugado hasta ahora de Islands of Insight han llevado el género de la aventura de rompecabezas a nuevas cotas en términos de espectáculo y exploración en los últimos años, pero una de mis cosas favoritas del primer juego de The Talos Principle era simplemente existir en su serie de salas de rompecabezas interconectadas.
Con más de 120 intrincados y cada vez más desafiantes rompecabezas que superar, uno se encontraba rápidamente haciendo malabarismos con placas de presión y herramientas similares a los cubos de compañía ponderados (tristemente, sin la tarta), rayos láser y aparatos de desvío, y ventiladores industriales y maquinaria de deformación temporal, todo ello dentro de los límites de un escenario que parecía no haber sido tocado en cientos, si no miles, de años. Apenas he arañado la superficie de la versión preliminar de The Talos Principle 2, pero una de las partes más atractivas de mi viaje hasta ahora es la sensación de volver a casa.
Al igual que su predecesor, hay un hilo narrativo interesante y que invita a la reflexión que sustenta los cómos y los porqués de su presencia aquí, en este paradójico escenario, pero es el meollo de su puzle lo que mantiene la mayor intriga. Durante un juego en particular, pasé la mayor parte de 30 minutos intentando redirigir una serie de rayos láser, con el fin de encender una puerta de doble hoja, para alcanzar una pieza de rompecabezas de tetrominós necesaria para desbloquear la siguiente zona de salas de rompecabezas. Intenté, intenté e intenté en vano hacer coincidir los rayos láser con los dispositivos de redireccionamiento correctos, pero seguía cruzándome en su camino y apagándolo todo. Este fue uno de los momentos mencionados que me hicieron sentir el hombre más tonto de la sala.
(Crédito de la imagen: Croteam)
«Cuando se escribe, todo parece tan fácil – pero esa es exactamente la belleza de los juegos de rompecabezas que caminan por la línea entre lo exasperante y lo infatuante con tanta pulcritud; por la que puedes soportar sentirte como un idiota porque al final te sentirás como un genio».
Por la razón que fuera, mi cerebro no podía concebir la ruta más sencilla hacia el éxito en este caso, hasta que me alejé de la pantalla para tomar un café y al volver descubrí que algo había hecho clic en mi mente. ¿Y si muevo esto aquí y aquello allá?, me dije, antes de hacer tres pequeños pero significativos retoques a mi solución propuesta. Los láseres volvieron a encajar en su sitio, golpearon las placas necesarias a ambos lados de la puerta cerrada, y un zumbido eléctrico lento pero constante precedió a la puerta abriéndose. Eureka.
Cuando se escribe, todo parece muy fácil, pero esa es precisamente la belleza de los juegos de rompecabezas que caminan por la línea entre lo exasperante y lo encandilante de forma tan nítida; por la que puede soportar sentirse como un idiota porque al final se sentirá como un genio. La perseverancia en esos momentos de calma es clave, por supuesto, y entiendo perfectamente por qué ese proceso no es para todo el mundo. Pero si le apetece esforzarse hasta ese punto -tanto si jugó al primer Talos Principle hace tantos años como si no-, debería echarle un vistazo a la demo complementaria de The Talos Principle 2 en Steam.
Y si le gusta lo que ve allí, sepa que The Talos Principle 2 tiene previsto su lanzamiento en PC, PS5 y Xbox Series X el 2 de noviembre de 2023.