Uno de mis mejores recuerdos de la infancia fue en el verano de 2003. Mi familia estaba a punto de irse de vacaciones, y aunque eso ya era emocionante para mi yo de 11 años, el comienzo de nuestro viaje arrancó con un momento que aún recuerdo con claridad cristalina. Justo cuando mi padre arrancaba el coche, se dio la vuelta y nos entregó un regalo a mi hermana y a mí. Ambos los abrimos con imprudente abandono, reconociendo al instante lo que la forma reveladora de los regalos indicaba: un nuevo juego de GameBoy Advance. Resultó ser una copia de Pokemon Zafiro y Rubí, y como era tradición entre los hermanos Wald, siempre teníamos una versión diferente. A mí me tocó Pokemon Zafiro y, por lo que a mí respectaba, era la mayor joya que jamás me habían regalado.
Durante el largo trayecto en coche, leí obsesivamente el pequeño manual del entrenador que venía dentro de la caja del juego. Cada página aumentaba mi expectación; cada característica detallada y cada elemento enumerado construían una imagen de lo que me esperaba en el brillante cartucho azul. Acabarían siendo las últimas vacaciones que pasé con mis padres juntos antes de su divorcio, y con tantos cambios e incertidumbres en el horizonte, ese pequeño espacio de tiempo que compartí con aquel manual fue como pura magia para mí.
Pokemon me dio un lugar que conocía, un lugar en el que podía perderme, y ese cuadernillo cuadrado me daba la bienvenida a una nueva aventura en un mundo que había llegado a amar tanto. Hace poco me acordé inesperadamente de aquel viejo manual gracias a la actualización 1.6 de Stardew Valley. Como alguien que tiene que esperar al lanzamiento en consola, he estado leyendo y releyendo el registro de cambios durante las últimas semanas, empapándome de cada detalle y planeando lo que voy a hacer primero en lugar de jugarlo en Switch. La verdad es que me lo he pasado en grande haciéndolo, me siento como si volviera a ser aquel niño que consumía cada palabra de la Guía del Entrenador Pokemon. No es exactamente lo mismo, pero es lo más cerca que he estado de ese tipo de emoción en mucho tiempo.
Parches, páginas y portales
(Crédito de la imagen: Nintendo)
Uno de mis mejores recuerdos de la infancia fue en el verano de 2003. Mi familia estaba a punto de irse de vacaciones, y aunque eso ya era emocionante para mi yo de 11 años, el comienzo de nuestro viaje arrancó con un momento que aún recuerdo con claridad cristalina. Justo cuando mi padre arrancaba el coche, se dio la vuelta y nos entregó un regalo a mi hermana y a mí. Ambos los abrimos con imprudente abandono, reconociendo al instante lo que la forma reveladora de los regalos indicaba: un nuevo juego de GameBoy Advance. Resultó ser una copia de Pokemon Zafiro y Rubí, y como era tradición entre los hermanos Wald, siempre teníamos una versión diferente. A mí me tocó Pokemon Zafiro y, por lo que a mí respectaba, era la mayor joya que jamás me habían regalado.
Durante el largo trayecto en coche, leí obsesivamente el pequeño manual del entrenador que venía dentro de la caja del juego. Cada página aumentaba mi expectación; cada característica detallada y cada elemento enumerado construían una imagen de lo que me esperaba en el brillante cartucho azul. Acabarían siendo las últimas vacaciones que pasé con mis padres juntos antes de su divorcio, y con tantos cambios e incertidumbres en el horizonte, ese pequeño espacio de tiempo que compartí con aquel manual fue como pura magia para mí.
Pokemon me dio un lugar que conocía, un lugar en el que podía perderme, y ese cuadernillo cuadrado me daba la bienvenida a una nueva aventura en un mundo que había llegado a amar tanto. Hace poco me acordé inesperadamente de aquel viejo manual gracias a la actualización 1.6 de Stardew Valley. Como alguien que tiene que esperar al lanzamiento en consola, he estado leyendo y releyendo el registro de cambios durante las últimas semanas, empapándome de cada detalle y planeando lo que voy a hacer primero en lugar de jugarlo en Switch. La verdad es que me lo he pasado en grande haciéndolo, me siento como si volviera a ser aquel niño que consumía cada palabra de la Guía del Entrenador Pokemon. No es exactamente lo mismo, pero es lo más cerca que he estado de ese tipo de emoción en mucho tiempo.
Parches, páginas y portales
(Crédito de la imagen: Nintendo)
No se puede negar que la actualización 1.6 de Stardew Valley es enorme. Aunque todavía no he probado todas las novedades, las notas del parche ofrecen un sinfín de posibilidades. Con más de 500 cambios, incluidos nuevos contenidos y funciones, mejoras en la calidad de vida y todo tipo de ajustes, no dejo de consultar las notas del parche de Stardew Valley 1.6 para asimilarlo todo. Cada vez que lo hago, descubro otro añadido o mejora que no había asimilado al principio y que aumenta mi expectación. Es como si cada línea del registro de cambios fuera otra miguita de pan tentadora que promete saciar mi hambre de nuevas experiencias en Pueblo Pelícano. Me recuerda a las ocasiones en las que recibía un juego nuevo al que no podía jugar de inmediato, ya fuera el día de Navidad o en los cumpleaños cuando era niño, y estudiaba la caja o el manual para intentar aguantar el anhelo que sentía.
Cálida bienvenida
(Crédito de la imagen: Studio Drydock)
Cómo Studio Drydock creó uno de los simuladores de granja más memorables y acogedores a los que he jugado: «La buena representación era integral»
Pocos juegos de simulación agrícola -con la excepción de lanzamientos como Wylde Flowers- han conseguido captar mi atención o consumir mi tiempo como la aventura agrícola pixelada de ConcernedApe. Adoro Stardew Valley, y desde que monté mi primera granja allá por 2016, he pasado cientos de horas jugándolo en varias plataformas a lo largo de los años. Con cada actualización que hemos recibido desde su lanzamiento, he vuelto una y otra vez, así que naturalmente estoy encantado de que hayamos recibido una actualización tan importante. Todavía no sabemos con certeza cuándo llegará a las consolas, pero estoy disfrutando de todo el proceso gracias a las notas del parche y al inesperado viaje nostálgico al que me ha llevado.
(Crédito de la imagen: ConcernedApe)
Aunque ya está disponible en PC, y podría ir a ver a otras personas disfrutar del nuevo contenido para ver lo que me espera, no hay nada mejor que leer las notas del parche y dejar volar la imaginación. La verdad es que echo de menos los manuales de los juegos y cómo se convirtieron en una parte tan importante del disfrute y la experiencia de adquirir un juego nuevo. Eran como una alfombra de bienvenida a una nueva experiencia, o un portal precursor a otro mundo en el que no podías esperar a entrar. De la misma forma que la guía del entrenador de Pokémon Zafiro me pareció el primer vistazo a algo que me moría por jugar y me prometía lo que estaba por llegar, el registro de cambios de Stardew Valley ha hecho prácticamente lo mismo.