Arkane es un estudio conocido por hacer juegos muy inmersivos y creativos, y cada vez que se mencionan Dishonored o Deathloop o Prey, quiero decir: «oh sí, me * encantan* los juegos de Arkane». Luego me recuerdo inmediatamente que, de los cuatro juegos de Arkane que he jugado, Dishonored es el único que he completado. Como demuestran mis partidas guardadas incompletas de Dishonored 2, Deathloop y Redfall, últimamente me he dado cuenta de que me gusta más la idea de los sims inmersivos de Arkane que jugarlos de verdad, debido a lo intimidantes que pueden ser tanto para entrar en ellos como para seguir jugándolos.
Por suerte, con Ereban: Shadow Legacy, un juego de plataformas y sigilo de Baby Robot Games, creo que he encontrado un buen punto de entrada al género. En mi opinión, cumple todos los requisitos del género como para calificarlo como el más ligero de los simuladores inmersivos, ya que combina la elección del jugador, misiones abiertas y una versátil variedad de habilidades para ayudarte a completar tu misión, siendo la principal la mecánica principal inspirada en Splatoon, la fusión de sombras.
El impulso de fusionarse
(Crédito de la imagen: Baby Robot Games)
En Ereban: Shadow Legacy, juegas como Ayana, la única superviviente de los Ereban titulares que han desaparecido misteriosamente desde el final de una violenta crisis energética. Como Ereban humanoide, Ayana puede fundirse en las sombras, lo que la hace completamente indetectable para los enemigos y le permite deslizarse por la mayoría de las superficies sombreadas como una mancha sombría. La fusión de sombras es básicamente la mecánica de niño a calamar de Splatoon, salvo que en lugar de disparar chorros de tinta para crear caminos por los que nadar, estás limitado a las sombras existentes proyectadas por el sol y las luces.
Yo opté por un enfoque menos letal en mi partida, así que fue necesario escabullirme de los enemigos encontrando caminos ingeniosos alrededor, por encima o a través de los obstáculos con Fusión de sombras, pero también me hizo sentir siempre que había sido más astuto que los enemigos robóticos de Ayana, los Syms. Me encanta que los desarrolladores de Baby Robot Games aprecien tanto la habilidad de movimiento básica de Splatoon y la hayan ampliado para darle un nuevo uso en Ereban: Shadow Legacy: ahora es una herramienta viable de sigilo, movimiento, combate y puzle. Es una mecánica sencilla que se ejecuta casi a la perfección y que resulta satisfactoria de usar como mejor te parezca, ya sea de forma letal o no letal.
Indie destacado
(Crédito de la imagen: Playstige Interactive)
A veces, inspirarse en los grandes éxitos del género funciona. Si no, que se lo pregunten a Nightghast, un espeluznante juego de terror de bajo presupuesto inspirado en P.T., Resident Evil y Silent Hill.
Arkane es un estudio conocido por hacer juegos muy inmersivos y creativos, y cada vez que se mencionan Dishonored o Deathloop o Prey, quiero decir: «oh sí, me * encantan* los juegos de Arkane». Luego me recuerdo inmediatamente que, de los cuatro juegos de Arkane que he jugado, Dishonored es el único que he completado. Como demuestran mis partidas guardadas incompletas de Dishonored 2, Deathloop y Redfall, últimamente me he dado cuenta de que me gusta más la idea de los sims inmersivos de Arkane que jugarlos de verdad, debido a lo intimidantes que pueden ser tanto para entrar en ellos como para seguir jugándolos.
Por suerte, con Ereban: Shadow Legacy, un juego de plataformas y sigilo de Baby Robot Games, creo que he encontrado un buen punto de entrada al género. En mi opinión, cumple todos los requisitos del género como para calificarlo como el más ligero de los simuladores inmersivos, ya que combina la elección del jugador, misiones abiertas y una versátil variedad de habilidades para ayudarte a completar tu misión, siendo la principal la mecánica principal inspirada en Splatoon, la fusión de sombras.
El impulso de fusionarse
(Crédito de la imagen: Baby Robot Games)
En Ereban: Shadow Legacy, juegas como Ayana, la única superviviente de los Ereban titulares que han desaparecido misteriosamente desde el final de una violenta crisis energética. Como Ereban humanoide, Ayana puede fundirse en las sombras, lo que la hace completamente indetectable para los enemigos y le permite deslizarse por la mayoría de las superficies sombreadas como una mancha sombría. La fusión de sombras es básicamente la mecánica de niño a calamar de Splatoon, salvo que en lugar de disparar chorros de tinta para crear caminos por los que nadar, estás limitado a las sombras existentes proyectadas por el sol y las luces.
Yo opté por un enfoque menos letal en mi partida, así que fue necesario escabullirme de los enemigos encontrando caminos ingeniosos alrededor, por encima o a través de los obstáculos con Fusión de sombras, pero también me hizo sentir siempre que había sido más astuto que los enemigos robóticos de Ayana, los Syms. Me encanta que los desarrolladores de Baby Robot Games aprecien tanto la habilidad de movimiento básica de Splatoon y la hayan ampliado para darle un nuevo uso en Ereban: Shadow Legacy: ahora es una herramienta viable de sigilo, movimiento, combate y puzle. Es una mecánica sencilla que se ejecuta casi a la perfección y que resulta satisfactoria de usar como mejor te parezca, ya sea de forma letal o no letal.
Indie destacado
(Crédito de la imagen: Playstige Interactive)
A veces, inspirarse en los grandes éxitos del género funciona. Si no, que se lo pregunten a Nightghast, un espeluznante juego de terror de bajo presupuesto inspirado en P.T., Resident Evil y Silent Hill.