Por fin ha ocurrido. Después de meses -y años- de especulaciones, Hayden Christensen se ha enfundado la túnica de Anakin y se ha situado frente a su antigua padawan Ahsoka Tano (Rosario Dawson) en acción real por primera vez. Ha tardado mucho en llegar y, al igual que el mapa galáctico que conduce a Thrawn y Ezra, ofrece su propio camino hacia un territorio inexplorado, uno en el que Star Wars no siempre tiene que echar la tradicional mirada atrás para avanzar.
A decir verdad, el primer regreso de Hayden Christensen en el papel de Obi-Wan Kenobi -después de 17 años, nada menos- se sintió más como un acto de redención para el antes muy denostado actor y menos como un paso adelante significativo en la comprensión de las motivaciones de Anakin en esos años perdidos entre La venganza de los Sith y Una nueva esperanza.
Pero donde Obi-Wan se apoyó en la nostalgia, la repentina llegada del otrora elegido al Mundo entre Mundos (algo más siniestro está en marcha, sin duda) se hace al servicio tanto de Anakin como de Ahsoka sin que parezca un guiño barato o un huevo de Pascua de poca monta.
Es cierto que existen paralelismos con La guerra de los clones (Dave Filoni incluso reproduce un plano de la serie de animación), pero en su mayor parte se prescinde de la narración en forma de poesía con rimas que a menudo puede hacer que los mayores lazos argumentales de La guerra de las galaxias resulten superfluos y predecibles.
Aquí, su reencuentro llenará un vacío necesario en la historia de ambas. ¿Cómo se sintió Ahsoka al perder a su maestro? ¿Y qué contrición tendrá, si es que tiene alguna, esta aparición espectral y más joven de Anakin? Sean cuales sean las respuestas, no se trata de una mirada complaciente al pasado, sino que, por el contrario, promete algo que puede tanto informar sobre las relaciones anteriores como hacer evolucionar a cada uno de sus personajes.
Sólo hay que echar un vistazo a otros regresos de Star Wars y actos de fanservice para ver lo fuerte que se perfila el encuentro de Ahsoka y Anakin en comparación con lo que ha habido antes.
La elegida
(Crédito de la imagen: Lucasfilm)
Una galaxia muy, muy lejana está plagada de instancias de este tipo: el cameo de Darth Maul en Solo; Chewbacca recibiendo una medalla décadas demasiado tarde en El renacimiento de Skywalker; los orígenes del nombre de Han Solo (y del Halcón Milenario), y C-3PO metido con calzador en Rogue One parecían respuestas a una pregunta que nadie se hacía. Incluso el Mandalorian estrellándose contra el lateral de El libro de Boba Fett fue Jon Favreau y Dave Filoni siendo incapaces de moderar su entusiasmo al decir «Eh, mirad esto» sin darse cuenta de lo que supondría para la historia… y las expectativas de los fans.
La luz más brillante actual de Star Wars, Andor, se regodea en eludir el fanservice. De hecho, su único verdadero huevo de Pascua fue la construcción de la Estrella de la Muerte e incluso entonces fue un remate amargamente cruel del arco de la prisión de Narkina 5, una pieza infinitesimalmente pequeña en un rompecabezas más grande. La moraleja es obvia: sea más Andor, sea más Ahsoka y sea menos ‘De algún modo, el Emperador regresó.’
Por supuesto, cualquier tipo de expectación por Anakin y Ahsoka podría venirse abajo la semana que viene, tal es el peligro de la televisión episódica. Pero, por ahora, la serie de Disney Plus ofrece una nueva y emocionante forma de revisitar viejos favoritos. El Mundo entre Mundos -un plano místico que abarca todo el tiempo y que, al mismo tiempo, ofrece caminos hacia el pasado y el futuro- puede ser, en las manos adecuadas, una herramienta intrigante para traer (literalmente) al presente a los que ya se pensó en él sin recurrir a flashbacks y a Fantasmas de la Fuerza que tienen que contorsionarse en torno a sus papeles en precuelas y otras trilogías.
Sin embargo, al igual que con Ahsoka y Anakin, no se debe abusar de ello. En su lugar, se pueden esparcir fugaces destellos como una forma de ayudarnos a comprender mejor el universo, así como de superar el interminable acto de equilibrio de Star Wars entre la nostalgia y la novedad. Sólo nos queda esperar.
¿Qué será lo próximo para Snips y Skyguy? No lo sabemos -y eso es emocionante, ¿verdad? Sea lo que sea lo que siga, los fans pueden estar seguros de que Ahsoka superando sus demonios debe actuar como el siguiente paso en su viaje, no como un dispositivo para complacer a la multitud diseñado para actuar como la versión de Star Wars de Memberberries.
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