En 2009, Disney pagó 4.000 millones de dólares por Marvel y, no mucho después, gastó la misma exorbitante suma para adquirir Lucasfilm y los derechos de La guerra de las galaxias. Más de una década después, la Casa del Ratón está haciendo un movimiento sísmico similar en el mundo de los juegos al gastarse 1.500 millones de dólares en una participación en Epic Games y crear un «universo persistente» que es, esencialmente, el Disney World virtual de sus sueños.
Para aquellos que buscan sumergirse inmediatamente en un Disney-verso en Fortnite, sin embargo, todo lo que tenemos en este momento es lenguaje de mercado. Pero es importante exponer exactamente lo que Disney está prometiendo en esta fase inicial.
«The Walt Disney Company y Epic Games colaborarán en un universo de juegos y entretenimiento totalmente nuevo que ampliará aún más el alcance de las queridas historias y experiencias de Disney», reza el comunicado de prensa de The Walt Disney Company.
Y continúa: «Además de ser una experiencia de juegos de primera clase y de interoperar con Fortnite, el nuevo universo persistente ofrecerá multitud de oportunidades para que los consumidores jueguen, vean, compren y se involucren con contenidos, personajes e historias de Disney, Pixar, Marvel, Star Wars, Avatar, etc. Los jugadores, gamers y fans podrán crear sus propias historias y experiencias, expresar su fandom de una forma distintivamente Disney y compartir contenidos entre ellos de la forma que más les guste.»
Así que, entre tanta ensalada de palabras, ¿deberíamos estar entusiasmados? En muchos sentidos, el discurso inicial recuerda al Metaverso, el catastrófico intento de Facebook de llevar los mundos virtuales al real. Pero esta apuesta multimillonaria tiene varios ases en la manga.
La colección de personajes y propiedades icónicas de Disney es su argumento de venta más obvio. No hay que mirar muy lejos para ver el ilimitado potencial: un mundo en el que puedes cruzarte con Indiana Jones y Buzz Lightyear con la misma facilidad con la que puedes ver Disney Plus con tus amigos antes de enfrentarte a Thanos tiene un claro atractivo para múltiples generaciones de fans.
Al fin y al cabo, es un mundo Fortnite
(Crédito de la imagen: Disney)
«Interoperar con Fortnite» (mil millones de V-Bucks a quien consiga averiguar qué significa eso) también da a Disney una ventaja sobre la competencia. Además de los probables millones de jugadores -y no jugadores- que se quedarían boquiabiertos ante semejante idea, Fortnite cuenta con más de 230 millones de jugadores activos solo en 2024. Esa audiencia permitirá que este Disney World virtual prospere y posiblemente le ayude a convertirse en el próximo gran éxito de los videojuegos. Donde otros tienen que desplegar hojas de ruta de años sólo para asegurar el interés y el éxito a largo plazo, Disney tiene décadas de experiencia y, lo que es crucial, la confianza de su público en ser capaz de cumplir.
Ese tipo de espacio social es también algo que esta generación de consolas -y, francamente, todo el mundo- ha estado pidiendo a gritos.
En una Internet repleta de bots en la que los tablones de mensajes y los foros son cada vez más cosa del pasado, un espacio interactivo para los jugadores construido sobre los valores de decencia y conexión de Disney sólo puede ser algo netamente positivo. También podría hacer realidad por fin el potencial de PlayStation Home de Sony, un mundo vivo que siempre dio la sensación de estar demasiado adelantado a su tiempo.
Y lo que es más emocionante, también existe la posibilidad de revivir la maravilla infantil de uno de los intentos más equivocados de Disney por perseguir tendencias. El fenómeno de «juguetes a la vida» de Skylanders de Activision -que recaudó más de mil millones de dólares- llevó finalmente a Disney a probar suerte con Disney Infinity. ¿La idea? Vender un montón de juguetes reales que formaran parte de un mundo sandbox en las consolas, reuniendo el tipo de crossovers alegremente realizados sólo reservados a la ficción de los fans y a los debates de patio de recreo.
¿Funcionó? Durante un tiempo, sí. Disney informó de que ganó más de 550 millones de dólares en sus primeros nueve meses, según Reuters. Sin embargo, como todas las modas, pronto se quedó en el camino y cesó su producción después de sólo tres años.
(Crédito de la imagen: Disney)
El concepto, no obstante, era sólido y, ahora, Disney está invirtiendo una importante cantidad de dinero para asegurarse de que una idea similar no fracase. Incluso podría ir más allá y empezar a construir juegos completos en el motor Unreal. En un momento en el que la industria está sufriendo recortes de empleo sin precedentes, un espacio en línea próspero y abundante con espacio infinito para «crear experiencias» podría ser saludable para todos en la industria.
Así que, sí, probablemente deberíamos estar entusiasmados. Si este Disney World virtual puede reunir la magia de Disney con un espacio de entretenimiento y juego que lo abarque todo, podría ser un ganador obvio. Si añadimos la chispa inicial de Disney Infinity, el estilo social de PlayStation Home y la máquina implacable de Fortnite, es difícil ver cómo podría salir mal.
Después de todo, Disney no se limita a gastar miles de millones de dólares en ideas que no son, al menos sobre el papel, apuestas seguras. El MCU cambió el cine para siempre. El nuevo mundo valiente de Disney podría hacer lo mismo con los videojuegos.
Para saber más, eche un vistazo a las nuevas películas de Disney que le llegarán en los próximos años. Después, sumérjase en algunos viejos clásicos con las mejores películas de Disney Plus.