Por fin está ocurriendo: Nintendo ha anunciado una película de Zelda, y pronto podríamos encontrarnos con un héroe hyruliano que habla de verdad. Claro, sabemos que Link puede hablar -¿de qué otra forma podría explicar a los ciudadanos de Hyrule los descabellados sucesos de Zelda Lágrimas del Reino? – pero en su mayor parte, los juegos de Zelda siempre han estado protagonizados por un protagonista «silencioso».
Las tendencias lacónicas de Link han sido un elemento básico de su personaje desde el inicio de la franquicia en los años 80. Las entregas más recientes, de estilo RPG, como Zelda Breath of the Wild, nos permiten oír sus gruñidos al trepar por las paredes y sus jadeos sobresaltados, pero contar con un héroe en gran parte silencioso es útil para rolear como Link sin desviarse por los atributos vocales. Imaginármelo con diálogos hablados en una película de acción real es cuanto menos desarmante, pero es algo para lo que me estoy preparando mentalmente. Es más, puede que incluso ayude a empujar su material de origen hacia territorios desconocidos que Nintendo podría haber rehuido de otro modo.
No hables
(Crédito de la imagen: Nintendo)El viaje del héroe
(Crédito de la imagen: Nintendo)
Ya nos estamos preguntando cuál de los mejores juegos de Zelda inspirará la película de acción real.
He aceptado en gran medida el labio abotonado de Link en los juegos de Zelda como una idiosincrasia de su personaje. Le muestra como el héroe estoico pero justo que Hyrule necesita para salvar el día, simple y llanamente. Ocultar su voz al público en una película podría ser más fácil de solucionar, si estuviéramos hablando de una película de animación, pero sabemos que Nintendo está trabajando en una adaptación de acción real con Sony. Esto plantea la cuestión de si el actor que interprete a Link tendrá o no líneas habladas, y de qué aspecto tendrá y cómo sonará Link en ambos casos.
No es que tenga ningún problema con que Link hable. Los juegos oficiales de Nintendo muestran los pensamientos internos de Link de vez en cuando a través de texto en pantalla y, aunque no podemos oírlo, vemos cómo mueve la boca y cómo los personajes responden a lo que dice. Link tiene unas líneas de voz bastante espeluznantes en un viejo juego de CD-i publicado en 1993, pero al no ser de Nintendo, no lo cuento.
En cambio, Nintendo intenta dar al silencio de Link un propósito canónico en Breath of the Wild. La lectura del diario de la princesa Zelda revela que Link no habla a menudo para evitar que el peso de su carga heroica recaiga sobre él. Es un poco exagerado, pero tiene sentido en el contexto de los juegos de Zelda: Link está aquí para hacer cosas de héroe, no para charlar. También tiene que ver con el hecho de que los juegos de Zelda son en gran medida una experiencia solitaria para Link, con pocas oportunidades para charlar, ya que sale al mundo como un aventurero solitario en busca de salvar a la princesa.
El cine es un medio totalmente diferente. Es una experiencia mayoritariamente pasiva, en la que el espectador no tiene ningún control sobre las acciones de los personajes en pantalla, a menos que hablemos de películas interactivas como Black Mirror: Bandersnatch de Netflix. Los fans de los juegos verán cómo su papel cambia por completo al ver la película de Zelda, así como la completa eliminación de la agencia del jugador que hace que los juegos sean atractivos para empezar. La cuestión es si un Link parlante es necesario para mantenernos enganchados, o si se puede hacer el trabajo sin él.
Háblame
(Crédito de la imagen: Netflix)
Una parte de mí estaría deseando ver cómo imaginan los productores de la película la voz de Link.
Mantener al público enganchado sin mucho diálogo hablado no es fácil, pero ya se ha hecho antes.
Algunas de las mejores películas de terror, como El lugar tranquilo, casi no incluyen diálogos guionizados, pero incluso entonces, los personajes susurran entre sí cuando están a salvo. El éxito viral de este año Nadie te salvará, aclamada por Stephen King como una película de terror de ciencia ficción «verdaderamente única», recibió elogios por su retrato de un protagonista silencioso que pasa más tiempo corriendo y menos charlando. Pero ambas son películas de terror que aprovechan el diálogo como recurso narrativo o estilístico, y no veo que Sony vaya por ese camino con su adaptación de Zelda.
Quizá un Link más elocuente construido para la gran pantalla estaría más en consonancia con lo que hizo Netflix en The Witcher, y no me refiero a elegir a Liam Hemsworth para el papel protagonista. En la versión de Netflix del héroe RPG cazador de monstruos de The Witcher 3, Geralt sigue conservando su forma de hablar corta y ronca, pero el guión está repleto de personajes secundarios parlanchines. Las bromas de Jaskier y Geralt, en su mayoría unilaterales, ayudan a mantener el ritmo en las primeras temporadas, mientras que en las posteriores se salta a las conversaciones de los personajes secundarios para dar cuerpo al lore del Continente sin depender de Geralt para conejar.
(Crédito de la imagen: Nintendo)
Dado que la propia Zelda siempre está en peligro, no se sabe que Link tenga un fiel compañero principal que le acompañe por Hyrule. Todos los juegos de Zelda cuentan con coloridas huestes de personajes secundarios que podrían reutilizarse para el trabajo, aunque haya que barajar el canon para acomodarlo.
Se podría ampliar el papel de los Sabios de TOTK, o Nintendo podría traer de vuelta a Epona, la majestuosa compañera ecuestre de Link, por ejemplo. Estos pequeños signos de lealtad extraídos de los juegos podrían bastar para atemperar la extrañeza de un protagonista que habla por primera vez. Cómo podría cuajar algo así entre los fans de Zelda es realmente una cuestión de ejecución, pero no sé lo suficiente sobre el reparto, el equipo y la trama de la adaptación como para hacer algo más que especular.
El silencio de Link en el juego le confiere una cualidad de hombre común que permite a los jugadores proyectarse en él, pero una película no es para hacer juegos de rol. Una parte de mí estaría deseando ver cómo imaginan su voz los productores de la película, sobre todo como un hombre de 125 años que parece un adolescente. En caso de que un Link más parlanchín sentara bien al público del cine, podría ser incluso algo que el editor del juego se planteara llevar a los propios juegos principales. Si la idea le produce aprensión, no está solo. Un Link parlanchín rompería algunos límites cuidadosamente esculpidos por Nintendo, pero después de casi 40 años de mantenerla cerrada, quizá no sería algo tan malo.
Quién sabe, ¿quizá la película de acción real de Zelda se convierta en una de las mejores películas de videojuegos de todos los tiempos?