Travis Touchdown es el peor de nosotros, pero también puede ser en cierto modo el mejor de todos. Como compañero de juegos, nos da mala fama: un sociópata ingenuo perdido en un mundo de fantasías escapistas. Sin embargo, dele tiempo y puede que descubra que su estilo de vida otaku le ha bendecido con algunas habilidades e inteligencia, después de todo. Cuando conocemos a Travis por primera vez en No More Heroes, es sin duda un perdedor, que vive en una habitación de motel sin dinero y con un círculo de amigos que apenas podría llenar un utilitario.
Sus días, y de hecho toda su perspectiva de la vida, están llenos de juegos, anime, porno y cintas de lucha libre mexicana. No es de extrañar, pues, que caiga rendido a los encantos de la socialité Sylvia Christel, que le ofrece la oportunidad de unirse a la Asociación de Asesinos Unidos y matar a otros asesinos para convertirse en el número uno.
Zona final
(Crédito de la imagen: Grasshopper)¡SUSCRIBASE!
(Crédito de la imagen: Future, Remedy)
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Tan crédulo y socialmente atrofiado como es, aprovecha la oportunidad de esta búsqueda lúdica, incluso realizando trabajos serviles para pagar el privilegio, sin pararse nunca a considerar si tiene algún sentido. Sin embargo, por mucho que Travis sea un fantasioso peligrosamente obsesionado con los videojuegos, quizá esté en lo cierto al negarse a aceptar la realidad.
Los partidos de la UAA le dan un sentido de finalidad que un trabajo normal nunca podría darle, y con sus conocimientos de lucha libre y una nueva katana de rayos, resulta ser bastante hábil asesinando. Además, quizá jugar le haya inculcado algo de ética después de todo, al menos cuando se trata de exigir un desafío justo.
Travis no es de los que se acobardan o hacen trampas, y muestra poco respeto por los enemigos arrogantes. Es cierto que sigue siendo inconsciente, obsceno y antisocial, pero oye, un día esas características le llevarán a salvar el mundo.
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