Me hace mucha gracia que, de todas las cosas que Bethesda Studios mostró de Starfield antes de su lanzamiento, fuera el montón de sándwiches recogidos por el autoproclamado ladrón de bocadillos espaciales (y también productor del juego) Jamie Mallory lo que tomó internet por asalto. En la bodega de carga de su nave con forma de ornitorrinco, tiene una mesa específica para amontonar todos los bocadillos que ha robado de otras naves y bases de toda la galaxia, y hay un montón de ellos. La naturaleza extrañamente mezquina y a la vez maravillosamente tonta de sus robos también me produjo una gran alegría. Tanto, de hecho, que decidí iniciar mi propia pequeña colección de objetos en Campo Estelar: el Sr. Wilby y sus amigos.
Ahora bien, si no ha tropezado con mi amigo el Sr. Wilby o sus asociados Parsecpooch, Galacticat y compañía, permítame que le ilumine. Estos amigos en particular no son compañeros espaciales humanos, sino una serie de peluches que he ido descubriendo a lo largo de mis viajes. Todo empezó cuando volví a casa, al apartamento bastante lujoso pero también bastante desordenado de mis padres en Nueva Atlántida. Resulta que elegir el rasgo Kid Stuff de Starfield tiene muchas ventajas -no sólo que tus padres aparezcan incómodamente en Constellation para avergonzarte-, entre ellas que me presentaron al primero de la gama de peluches de Starfield.
(Crédito de la imagen: Bethesda)
Entrar en la habitación de la infancia de mi personaje no sólo me proporcionó un pack de potenciación capaz de permitirme cargar más peso en Starfield, sino que también me permitió encontrar a Parsecpooch por primera vez. Este peluche de perro blanco y regordete que llevaba un casco espacial cómicamente grande estaba tirado en el suelo, y cuando lo cogí emitió un pequeño tintineo, del tipo que no estaría fuera de lugar como sonido de ralentí en un salón recreativo. Pensé que se trataba de una pieza única, un pequeño premio secreto para cualquiera lo bastante tonto como para querer enviar a sus padres del juego el 2% de sus ganancias cada semana, pero entonces me di la vuelta. Allí, en una estantería, había un peluche de gato negro con patas ridículamente largas, vestido con un traje espacial naranja y un casco igualmente bulboso. Había algo en sus ojos bizcos y sus bigotes derpy que hacía que Galacticat fuera incluso mejor que mi peluche original.
(Crédito de la imagen: Bethesda)
No fue hasta mucho más tarde cuando encontré al Sr. Wilby, que es un peluche alienígena verde y achaparrado con una boca tambaleante que luce unos pantalones cortos azules al estilo Winnie-the-Pooh. Lo encontré en una taquilla en las profundidades de una base espaciadora durante la misión de lealtad de Sam Coe junto a otro Parsecpooch, un tercer peluche llamado Xenosnuggle y una cesta de trozos de manzana. Cada uno tiene su propio ruido característico cuando los coges y los detalles son tan dulces e intrincados que la comunidad está ahora pidiendo que se conviertan en merchandising de la vida real. Tenía que encontrar más.
Quiero Xenosnuggle contigo
(Crédito de la imagen: Bethesda)
Parecen increíblemente raros, pero mi imperio de peluches estaba creciendo, así que los guardé en un pequeño armario de mi camarote de capitán en mi nave -una antigua nave espaciadora que había conseguido requisar unas horas antes- con la intención de reunir unos cuantos más y encontrar el lugar adecuado antes de empezar de verdad con mi pila de peluches.
Pero entonces, sobrevino el desastre. En mi búsqueda de todas las mejores puertas de Starfield -otra fijación mía-, cambié algunos módulos de mi nave en un muelle espacial, añadí un camarote para la tripulación aquí y un taller allá. Incluso encontré un camarote del capitán más grande que me pareció más apropiado para el tema general de mi nave. Ni siquiera pensé en el hecho de que borrar ese viejo camarote del capitán significaría borrar también mi rebaño de peluches. Puede imaginarse mi tristeza cuando entré en mi nuevo camarote de capitán y me encontré con que no sólo habían desaparecido los peluches, sino también todo el armario. Una devastación. Tantos perdidos por la gran procrastinación naval de septiembre de 2023.
(Crédito de la imagen: Bethesda)
Me ha llevado unas 30 y pico horas reponer mi pequeña colección, y ahora sólo tengo seis en mis aposentos. Incluso conseguí encontrar un nuevo amigo llamado Cuddleosaur gracias a que volví a casa de mis padres en un intento de sustituir a Galacticat y Parsecpooch (pero fue en vano). Reddit fue el primer lugar que me dijo que también hay variantes de color de los peluches, y desde entonces he descubierto -gracias a robarle a la mismísima abuela icónica de Skyrim- que también hay variaciones de tamaño, mientras continúa mi búsqueda para convertirme en la mejor ladrona de peluches de los Sistemas Asentados.
Así que, aunque ahora mi pila sea humilde y haya tardado demasiado en descubrir que se pueden colocar objetos manualmente manteniendo pulsado A hasta que floten y luego girarlos con los gatillos, estoy entregado a mi búsqueda. Si alguien descubre otro tesoro de peluches me lo hará saber, ¿verdad? Echo de menos Galacticat.
Ni siquiera tiene sentido coleccionar bocadillos, porque los jugadores de Starfield se han quedado desolados al descubrir que la cursi tradición curativa de Skyrim ya no existe.