Nunca ha habido un momento mejor para ser fan de La guerra de las galaxias.
Vale, de acuerdo, no me importaría saltar a través del Mundo entre Mundos para ver la película original la noche del estreno. Pero, como es poco probable que eso ocurra pronto, me centraré en el aquí y el ahora.
La Star Wars Celebration de este año -a la que tuve la suerte de asistir- estuvo repleta de anuncios emocionantes. El ambiente en el Escenario de la Celebración era palpable cuando se anunció una nueva película sobre Rey, y Daisy Ridley salió entre grandes ovaciones.
También se anunció una película que explorará los orígenes de la Fuerza de la mano del director de Indiana Jones y el dial del destino, James Mangold, así como -mi proyecto personalmente más esperado- una película del artífice de Ahsoka, Dave Filoni, que unirá las series de Disney Plus. Estos tres anuncios dieron a la pizarra de películas de Star Wars la chisporroteante inyección de energía que tanto necesitaba después de que la mayoría de los proyectos anunciados anteriormente parecieran languidecer en el infierno del desarrollo. Y, como resultó, esto era sólo el principio.
A toda velocidad
(Crédito de la imagen: Disney/Lucasfilm)
Mirando atrás, siempre veré éste como el año de Filoni. Su reciente ascenso a director creativo me tiene encantado; es difícil imaginar a alguien que conozca Star Wars mejor que Filoni, aparte del propio George Lucas -lo que tiene sentido, ya que Filoni fue esencialmente el padawan de Lucas-. Filoni ha demostrado con creces sus dotes creativas, con cada uno de sus proyectos empujando la galaxia muy, muy lejana hacia nuevas y fascinantes direcciones; basta con echar un vistazo a todo el lore introducido en The Clone Wars y Rebels, incluidos los místicos lobos Loth y el etéreo reino de Mortis, para saber que la galaxia sólo puede enriquecerse bajo la dirección de Filoni.
También es tranquilizador saber que alguien se encarga de supervisar la enorme franquicia, lo que, con suerte, agilizará la narración y ayudará a mantener unido ese gigantesco canon. Una crítica habitual a la trilogía de secuelas es que cada película parece ignorar a la anterior; con alguien en la silla del capitán, es poco probable que eso vuelva a suceder.
También me encantó tanto la Ahsoka de Filoni que se ha disparado directamente a lo más alto de mi ranking televisivo de Star Wars: nos dio la versión definitiva de Anakin Skywalker, arrojó una luz completamente nueva sobre quién puede manejar la Fuerza y convertirse en Jedi a través de Sabine Wren, y reintrodujo a un gran malo para la historia con el Gran Almirante Thrawn (más razones por las que estoy tan emocionada por la película de Filoni). El dramático final, en el que se produjo el ominoso regreso de Thrawn a la galaxia, Ezra Bridger regresó sigilosamente a Hera Syndulla y Ahsoka y Sabine se quedaron varadas en Peridea, con Baylan Skoll en una enigmática misión propia, es también una estimulante plataforma de lanzamiento para el futuro, tanto si las líneas argumentales se atan en la película de Filoni, en la temporada 4 de The Mandalorian o en una potencial temporada 2 de Ahsoka.
Hablando de Mando, este año trajo consigo la tercera temporada de The Mandalorian, que presentó sus propios e intrigantes escenarios para el futuro: esos clones de Moff Gideon, el despertar del Mitosaurio, los mandalorianos reclamando su mundo natal y Din Djarin adoptando adorablemente a Grogu como suyo son hilos que no puedo esperar a ver retomados en la cuarta temporada de The Mandalorian y más allá.
Una galaxia más grande
(Crédito de la imagen: Disney/Lucasfilm)
En términos más generales, este año ha dejado claro que hay algo para todos los gustos en la última producción de Star Wars. El renacimiento de las precuelas siguió vivo con la aparición de Hayden Christensen en Ahsoka y el protagonismo de Coruscant en la tercera temporada de The Mandalorian. También hubo mucho para los fans de la trilogía de las secuelas, ya que The Mandalorian siguió tendiendo puentes entre la trilogía original y las secuelas con esas insinuaciones sobre los clones (¿alguien quiere saber quién es Snoke?) y un cameo de Brendol Hux, padre del general Hux (interpretado nada menos que por el hermano en la vida real de Domhnall Gleeson, Brian Gleeson). Y, por supuesto, para los amantes de la trilogía original, hubo un cameo de C-3PO y una referencia a Leia en Ahsoka. Visiones Volumen 2 también nos recordó la amplitud de posibilidades narrativas de la galaxia muy, muy lejana.
Y aún hay más por venir, que nos llevarán a horizontes más amplios. La esperadísima segunda temporada de Andor nos llevará de vuelta al rincón político y arenoso de la galaxia del que tantos se enamoraron precisamente porque no se parecía a nada en la saga, mientras que El acólito se ambientará en la época de la Alta República, que nunca antes se había representado en acción real. Luego está Skeleton Crew, que aportará a la saga una dosis de energía Amblin. En la Star Wars Celebration de este año se proyectaron teasers de los tres proyectos, y sin duda nos espera una gran sorpresa cuando lleguen.
El futuro, pues, se presenta más brillante que los soles gemelos de Tatooine, y por eso nunca he estado más emocionado como fan de Star Wars.
Manténgase al día de todo lo que le depara la galaxia muy, muy lejana con nuestra guía de las próximas películas y series de televisión de Star Wars.
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