¿Quién es realmente Hideo Kojima? El creador y director de la franquicia Metal Gear Solid y de la película de ciencia ficción postapocalíptica Death Stranding de 2019 es aclamado como uno de los directores de autor bonafide de la industria del videojuego. Pero por muy activo que sea Kojima en las redes sociales, donde a menudo deja ondear su bandera cinéfila, la vida del hombre sigue siendo en su mayor parte desconocida.
Un nuevo documental, Hideo Kojima: Connecting Worlds, dirigido por Glen Milner, no cuenta del todo la vida de su protagonista. No dedica ningún tiempo real a profundizar en las desavenencias entre Kojima y Konami, el gigante japonés de los videojuegos que hizo fortuna produciendo juegos como la serie Metal Gear Solid – ni tampoco se menciona Silent Hills, el juego de terror cancelado de Kojima, que fue famoso por estar precedido por P.T., la breve aventura de terror «teaser jugable» de 2014. Más bien, el documental dedica su hora de duración a sondear el arte y la personalidad de Kojima, revelando a un excéntrico y autoadmitido micromanager cuyos recurrentes temas narrativos y su nostálgico deseo de conectar el mundo hunden sus raíces en una infancia llena de curiosidad.
Además de entrevistas con Kojima, en el documental también se incluyen entrevistas con sus colaboradores en su estudio Kojima Productions, otras luminarias de la industria y amigos de Hollywood como Norman Reedus, George Miller, Grimes y Mads Mikkelsen para ofrecer sus propios atisbos del opaco genio de Kojima. Tras su estreno mundial en el Festival de Cine de Tribeca, he aquí ocho cosas que hemos aprendido de la película sobre Hideo Kojima y la realización de Death Stranding.
Death Stranding fue una empresa arriesgada
(Crédito de la imagen: Kojima Productions)
Para establecer adecuadamente sus apuestas emocionales, el director Glen Milner abre el documental con una vaga visión general de la salida de Kojima de Konami (nunca se menciona por su nombre) y el restablecimiento de Kojima Productions bajo Sony. La película comienza en 2016 -hay un plano de Kojima sacando de la caja un nuevo ordenador para la oficina- y el inicio del desarrollo de Death Stranding.
Aunque Kojima es una figura importante en la industria del videojuego, aún tiene mucho que demostrar estando solo. En Konami, el trabajo de Kojima consistía, según sus palabras, en «proteger los beneficios» y la marca de la empresa. Cuando desarrollaba juegos para Konami, la empresa era una entidad lo bastante grande como para apoyar a los equipos a pesar de los fracasos comerciales. Pero ahora Kojima es independiente, y Death Stranding es un concepto original en un ecosistema mediático dominado por propiedades intelectuales probadas. Kojima dice en la película: «Si meto la pata, no habrá sueldo».
Además, Death Stranding no es un juego de acción al uso. En su lugar, siguiendo algunas de las filosofías y políticas personales de Kojima, Death Stranding pone a los jugadores al control de un mensajero cuyo trabajo consiste en entregar paquetes a las colonias y restablecer una red de satélites, todo ello mientras atraviesa unos vastos Estados Unidos postapocalípticos invadidos por monstruos. Con énfasis en la travesía para un solo jugador, la supervivencia y un ambiente melancólico que ahora parece presagiar la pandemia de Covid-19, el propio equipo de Kojima se resistió al concepto inicial del juego. Hubo «una respuesta mayoritariamente negativa» por parte de todos, según Kojima.
La muerte del padre de Kojima impulsó su carrera en los juegos
(Crédito de la imagen: Konami)
Connecting Worlds dista mucho de ser una biografía en profundidad de Kojima. Aunque Kojima hace mención de sus padres y de su infancia en Osaka, no vemos pruebas visuales de la crianza de Kojima. No hay fotos familiares, ni películas caseras. Ni siquiera aprendemos los nombres de los padres de Kojima.
Sin embargo, sí aprendemos algo sobre ellos. En la película, Kojima menciona que la muerte de su padre básicamente le permitió dedicarse a los videojuegos para ganarse la vida. Como explica Kojima, los videojuegos tenían una reputación desagradable a finales de los 70 y principios de los 80 en Japón. Sin embargo, la madre de Kojima aceptaba las ambiciones de su hijo. Kojima dice que su familia ampliada creía que estaba desperdiciando sus perspectivas, y que sabía perfectamente que su padre tampoco lo habría aprobado. Suena sombrío, pero ¿qué sería hoy de Hideo Kojima si hubiera escuchado a su padre?
Kojima es un microgestor
(Crédito de la imagen: @HIDEO_KOJIMA_ES)
Puede que esto no sorprenda dada la naturaleza colaborativa de arriba abajo de la producción de juegos, pero Hideo Kojima admite libremente ser algo así como un microgestor. Se implica voluntariamente en muchos aspectos de la producción. La película muestra a Kojima entablando largas discusiones sobre asuntos aparentemente nimios, como el trazado de las carreteras y la elección de colores en el HUD en pantalla.
Kojima bromea diciendo que realiza comprobaciones de errores en sus sueños. Algunas cabezas parlantes de la película, como la cantante de CHVRCHES Lauren Mayberry, se preguntan si Kojima duerme en absoluto.
Las influencias cinematográficas de Kojima
(Crédito de la imagen: Columbia Pictures)
No es ningún secreto que a Hideo Kojima le encantan las películas. «El 70% de mi cuerpo está hecho de películas», reza la biografía de su Twitter en inglés. En el documental, Kojima dice que el cine es «como la luz del sol» para su ser.
Naturalmente, una película sobre Kojima se sumerge en su amor por las artes cinematográficas. El director de videojuegos menciona a algunos de sus autores favoritos, como David Lynch, David Cronenberg y Stanley Kubrick; tal revelación puede iluminar algunas de las obras pasadas de Kojima, como los temas predominantemente antibelicistas que se encuentran tanto en Dr. Strangelove, de Kubrick, como en Metal Gear Solid, de Kojima.
El documental revela al menos una película que Kojima proyectó a los desarrolladores de Death Stranding: la película biográfica de 2017 Loving Vincent. Dirigida por Dorota Kobiela y Hugh Welchman, la película narra la vida de Vincent Van Gogh y las trágicas circunstancias de su muerte, con un novedoso enfoque de animación que intenta replicar el estilo de los famosos cuadros de Van Gogh.
Kojima no menciona explícitamente ninguna razón por la que proyectó Loving Vincent a los desarrolladores de Death Stranding. Podría ser el tono abatido de la película lo que Kojima quería para el juego. Quizá fuera su voluntad de experimentar lo que Kojima quería que hicieran también sus compañeros creadores. Tal vez fuera simplemente el arte arrebatador de la película en el que quería que todo el mundo se inspirara. Tal vez fuera todo lo anterior.
A los protagonistas de Death Stranding les costó entenderlo
(Crédito de la imagen: Sony)
El amor de Kojima por el cine se extiende a su trabajo en videojuegos, con un puñado de estrellas del cine de autor y de Hollywood vinculadas a Death Stranding.
El oscarizado Guillermo del Toro, que presta su imagen a un personaje del juego, es uno de los más fervientes seguidores de Kojima y parece ser el responsable de haber enganchado a Kojima a actores como Norman Reedus, Lea Seydoux y Mads Mikkelsen. En el documental, Reedus detalla con hilaridad cómo le presentaron a Kojima a través de del Toro, que le llamó con antelación y le indicó que se limitara a decir «sí» a todo lo que Kojima le dijera.
Todos los actores admiten que les costó entender Death Stranding. Troy Baker, que interpreta al antagonista Higgs Monaghan, dice que tuvo que ser «alimentado a cuentagotas» con la historia para comprenderla. Entre eso y una ardua producción que incluyó extensas actuaciones de doblaje y captura de movimientos, no es de extrañar que Death Stranding pasara por encima de algunos. Pero todos los actores implicados dicen que simplemente se permitieron «confiar» en Kojima, como en cualquier director de cine, y descubrieron que esa confianza les recompensaba.
Hideo Kojima mantiene una política antibelicista en sus juegos
(Crédito de la imagen: Konami)
Kojima revela en el documental que sus padres sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial y soportaron mucho sufrimiento sin comprender realmente toda su magnitud. La película enmarca el pacifismo de Kojima en sus traumas heredados, lo que puede explicar por qué juegos como Metal Gear Solid, por muy geniales que sean, no reverencian los heroísmos bélicos como otros videojuegos.
Kojima dice que los juegos de guerra le resultan «incómodos», y que cuando se embarcó en la creación de juegos hacia 1986, «no quería representar el combate como heroísmo». Cualquiera que haya jugado a la serie Metal Gear le dirá que el combate directo no es la forma de jugarlos, y que el sigilo no sólo es la única opción viable, sino que exige una gran precisión para acertar, o de lo contrario se corre el riesgo de exponer al jugador al peligro.
Cómo la Expo de Japón de 1970 dio lugar a Death Stranding
(Crédito de la imagen: Kojima Productions/505 Games)
Kojima describe su infancia como introvertida pero llena de curiosidad. Escapaba con frecuencia del mundo real a través de la literatura de ciencia ficción y la cultura popular. Una imaginación tan hiperactiva tenía algunos inconvenientes, ya que Kojima revela que temía entrar solo en casa después del colegio debido a que sus padres trabajaban muchas horas. Incluso de adulto, Kojima no soporta estar solo en la oscuridad.
Esta revelación en el documental podría explicar P.T. En una entrevista de 2012 con Eurogamer, Kojima dijo que estaba interesado en hacer un juego de terror precisamente porque es «una especie de gato asustadizo», por lo que podría saber cómo asustar al público de formas que los veteranos del género no saben. Años más tarde, Kojima encendió el mundo de los videojuegos con P.T., una demo jugable de una propuesta de secuela de Silent Hill codirigida por Kojima y Guillermo del Toro que fue cancelada sin contemplaciones.
Pero la curiosidad infantil de Kojima fomentó la fascinación por el mundo más allá de su barrio de Osaka. En 1970, su ciudad natal acogió la Exposición Mundial de Japón, o Expo ’70, que según Kojima fue la primera vez que conoció y vio a gente de todo el mundo. Gran parte de las atracciones de la feria contaban con demostraciones de tecnologías de vanguardia – las imágenes de archivo del documental muestran a gente probando «videoteléfonos» – que inculcaron en Kojima la creencia de que la tecnología es el camino hacia la paz mundial. Es difícil no ver cómo Kojima enfoca los juegos de la misma manera, con Death Stranding tratando de conectar a la gente en un mundo de aislamiento.
Cómo ve Kojima Death Stranding a la luz de la pandemia
(Crédito de la imagen: Sony)
Death Stranding salió a la venta para consolas PS4 el 8 de noviembre de 2019. En diciembre, los primeros casos del novedoso coronavirus aparecieron en los titulares, y en marzo de 2020 el mundo observaba una cuarentena generalizada.
Death Stranding no tiene lugar en un apocalipsis provocado por un virus transmitido por el aire. Pero la atmósfera sombría del juego, junto con los temas del aislamiento colectivo, la decadencia de la sociedad y la necesidad mundana pero esencial del trabajo, se presta a una realidad que tantos experimentaron durante la pandemia mundial. Medios como NPR comentaron la inquietante clarividencia de Death Stranding como «una extensa meditación sobre la muerte, la soledad y la conexión», y «tranquilamente reflexiva sobre las formas en que tendemos puentes unos con otros incluso en peligro».
Ahora, el documental cuenta con Hideo Kojima y otros sujetos que comentan la narración accidentalmente oportuna del juego. Algunos bromean diciendo que Kojima es un «medio profeta», mientras que del Toro ofrece una observación más aguda: Death Stranding era «un juego de Covid antes de que [ocurriera] Covid». Por su parte, Kojima rechaza cualquier idea de que pueda ver el futuro. Todo lo que quería, y sigue queriendo, es que los juegos conecten a la gente de todo el mundo.
He aquí el orden absoluto, definitivo y totalmente incuestionable de los mejores juegos de Metal Gear