Entre las peleas multitudinarias con malvados esbirros y las épicas batallas contra Venom, Kraven y otros villanos de la tradición de los cómics, hay muchos momentos tranquilos en Marvel’s Spider-Man 2 que quizá resulten inesperados. Piense en la larga escena nostálgica en la que Harry, Peter y MJ visitan el parque de atracciones de Coney Island y se divierten en una máquina de pruebas del amor. Ahí está Miles estresado por su solicitud de ingreso en la universidad y teniendo que conocer al nuevo novio de su madre. Toda la sección en la que Harry y Peter visitan su antiguo instituto, recordando su amistad. Y esa divertida parte en la que Peter ordena frenéticamente su casa medio vacía antes de la visita de MJ.
También había momentos similares en los títulos originales de Marvel’s Spider-Man y Miles Morales, y aunque es tentador descartarlos como limpiadores de paladar entre las grandes peleas, no es eso lo que ocurre aquí en absoluto. Son estas importantes secuencias las que demuestran hasta qué punto Insomniac entiende el material de origen, y por qué los juegos se acercan más a los cómics de Spider-Man de lo que jamás podrían hacerlo las películas del MCU.
Desenmascarado
(Crédito de la imagen: Sony)EN EL RADAR
(Crédito de la imagen: Sony)
En el radar: Marvel’s Spider-Man 2 – Una inmersión profunda en la esperada secuela del superhéroe
Cuando Stan Lee y el legendario artista Steve Ditko concibieron por primera vez a Spider-Man a principios de la década de 1960, era una época de grandes cambios. Los adolescentes estaban adquiriendo más independencia económica y social en el mundo de la posguerra, sus vidas y problemas se exploraban en los programas de televisión y en la música pop como nunca antes se había hecho. Lee y Ditko querían un héroe que hablara a este nuevo grupo demográfico adolescente: un héroe que fuera joven, torpe, un poco empollón y acosado por las preocupaciones sobre las chicas y el dinero. El lanzamiento del número uno de The Amazing Spider-Man en 1963 fue la primera vez que un héroe adolescente protagonizaba un cómic importante en lugar de quedar relegado al estatus de sidekick, y Marvel quería explorar ese aspecto de su identidad. Tenía más en común con el reparto de los enormemente populares cómics de Archie que con otros superhéroes.
En muchos sentidos, las historias originales de Spiderman se parecían más a telenovelas que a las típicas aventuras de superhéroes. La vida interior de Peter era tan importante como sus travesuras lanzando telarañas, los altibajos de sus relaciones con la tía May, MJ y Gwen Stacy ocupaban un lugar central en las líneas argumentales. Fíjese en algunas de las portadas más icónicas de Spiderman: su boda con MJ en 1987 (el cómic se anuncia incluso como un número especial de bodas), la muerte de Gwen Stacy, la clásica imagen del número 75 de Spiderman dando tumbos por un callejón, perdido por el dolor. Son momentos vitales de la historia de Spiderman. El enfoque tuvo un enorme éxito, pues amplió el público más allá de los niños, atrayendo a adolescentes y veinteañeros que se engancharon a las historias personales relatables.
Este elemento pasó a primer plano cuando el artista John Romita Sr tomó el relevo de Ditko en 1967. Romito Sr llegó a Marvel tras siete años en DC dibujando cómics románticos con títulos como Young Love y Our Love Story. Llevó esta sensibilidad a Spiderman, trabajando con Lee para introducir a Mary Jane en el número 42 y haciendo de esa relación un elemento clave. A partir de 1977, Romito Sr. también dibujó las tiras de periódico de gran éxito Amazing Spider-Man, que se publicaron durante 40 años en varias publicaciones. Hablando de esas historias en el libro Comics Creators on Spider-Man, Stan Lee dijo: «Marcaba el ritmo de la tira como si fuera una telenovela y me centraba en Peter Parker. Incluía supervillanos y le daba a la tira un aire real de Spider-Man, pero intentaba marcar el ritmo como [las tiras de telenovela de los periódicos] Mary Worth o Rex Morgan.»
(Crédito de la imagen: PlayStation/MKIceAndFire en YouTube)
«Ahora estamos tan acostumbrados a ver personajes de cómic aterrizados y relatables, que olvidamos que Spider-Man llegó a un mundo de superhéroes divinos y megaciudades ficticias».
Mientras que las películas sencillamente no tienen tiempo ni espacio para explorar realmente las relaciones de Spider-Man más allá de unas pocas escenas simpáticas, los juegos sí que se basan en ellas. A lo largo de las aproximadamente 30 horas de Marvel’s Spider-Man 2 (el equivalente a varios meses de episodios de telenovela), obtenemos un arco completo de la relación de Peter y Harry rompiéndose y recuperándose; obtenemos la duda de Miles sobre sí mismo explorada en múltiples escenas y momentos, así como su amor por la comunidad de Harlem en la que vive y las historias que le rodean allí. Esto no es sólo historia de fondo, es crucial para la narrativa principal del juego. Es la duda de Miles sobre sí mismo lo que los villanos de Spider-Man 2 explotan durante las secuencias de batallas contra los jefes. El amor de Peter por MJ es explotado por Venom en una de las escenas de lucha más emocionalmente agotadoras de la historia de los juegos de superhéroes.
Ahora estamos tan acostumbrados a ver personajes de cómic aterrizados y relatables que olvidamos que Spider-Man llegó a un mundo de superhéroes divinos y megaciudades ficticias. Él era un desafío directo a eso, un chaval desaliñado en un barrio de mala muerte: el mundo al otro lado de tu ventana, como solía decir Lee. Las películas de Marvel comprenden su juventud, sus amistades, su vida hogareña, pero son los juegos los que realmente exploran esos elementos de la forma en que Lee y Ditko pretendían. Hay toda una historia al principio de Marvel’s Spider-Man 2 sobre Peter siendo despedido de su trabajo como profesor, y lo preocupado que está por pagar el alquiler, y me recordó otra cita de Lee sobre Spider-Man: «Quería escribir sobre un personaje que se preocupara por el dinero, igual que yo».
Así que si se pasó Marvel’s Spider-Man 2 concentrándose en los combates contra los jefes finales, los crímenes callejeros y los asaltos a las bases de los cazadores, vuelva atrás y juegue de nuevo. Realice las emotivas misiones secundarias, escuche los diálogos: observe cómo muchas de las historias se desarrollan a lo largo de varias horas, como las tramas de las telenovelas. Esta es la esencia de Spider-Man, tanto como las explosivas batallas contra Venom y Kraven. Así son Peter y Miles.
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