Nunca pedimos esto. El protagonista de este Deus Ex para una nueva generación fue puesto en una situación infernal, aumentado contra su voluntad tras ser atacado y dado por muerto.
Teniendo en cuenta esta experiencia, es comprensible que el hombre no vaya a parecer la más alegre de las almas, sobre todo teniendo tanto hardware en su interior. Sin embargo, aunque pueda parecer abrasivo y cortante en la conversación, el antiguo responsable de seguridad de Industrias Sarif es mucho más profundo de lo que parece en un principio. Atrapado en una conspiración, no deja que la ciberización que le ha alterado la vida se interponga en su camino para hacer lo correcto.
(Crédito de la imagen: Square Enix)¡SUSCRIBASE!
(Crédito de la imagen: Future, Remedy)
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Correr por todo el mundo y verse atrapado en una batalla emergente entre innovadores transhumanos y puristas es algo que, bueno, tampoco pidió, pero tras perder más que la mayoría, da un paso al frente para enfrentarse a los poderes fácticos y proteger a los vulnerables.
Esto va más allá en la secuela Mankind Divided, donde sobrevive a duras penas a otro ataque terrorista perpetrado específicamente por antiaugs (y sobreacelera sus sistemas para estar a la altura de la amenaza). Dicho esto, es más fuerte cuando se comunica con los objetivos en lugar de entrar a toda pastilla (aunque es posible especular con él para convertirlo en un tanque andante y parlante).
En estos segmentos sale a relucir su personalidad: independientemente de las mejoras cibernéticas, es el hombre que hay debajo el que brilla, y es más que capaz de convencer a un veterano descontento de que no tome rehenes contra la policía, e incluso convence al líder de la Coalición de Derechos Aumentados para que se rinda pacíficamente.
Aprendemos que Jensen es un personaje mucho más profundo, inteligente y mejor realizado que la figura estoica de voz grave con la que se le puede confundir.
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