Microsoft ha despedido a 1.900 empleados de su división de juegos, destripando al parecer departamentos enteros en toda la empresa. Entre ellos se encontraba el equipo detrás de Odyssey, el poco conocido juego de supervivencia de Blizzard que habría ocupado la primera nueva IP del estudio desde Overwatch, de 2014, y que ahora ha sido cancelado. En desarrollo durante seis años y anunciado oficialmente en 2022, Odyssey representa décadas de horas-persona perdidas. Pero más que eso, es una señal de que Blizzard, Microsoft, y quizás la industria AAA en su conjunto, han fracasado rotundamente a la hora de adaptarse a uno de los mayores éxitos del género de los últimos 20 años.
Palworld es actualmente el mayor juego de Steam, un lanzamiento de acceso anticipado algo cutre y posiblemente derivado de un estudio con un puñado de juegos poco conocidos a su nombre. Siguió una trayectoria similar a la de Valheim en 2021, otro juego de supervivencia de acceso anticipado algo janky de un estudio debutante. La lista de los 50 juegos más jugados en Steam por los jugadores actuales está repleta de estos juegos: Rust, Unturned, Enshrouded, Don’t Starve Together, DayZ, Terraria, Ark. Un 20% de los juegos más jugados en Steam son juegos de supervivencia, algunos de los cuales ni siquiera conozco y sin embargo atraen a decenas de miles de jugadores una mañana entre semana.
La enorme y duradera popularidad del género hace que la decisión de cancelar Odyssey -un juego en el que se ha invertido tanto tiempo, dinero y esfuerzo- sea desconcertante. Aún más sorprendentes son las circunstancias que rodean su fracaso. Un informe de Bloomberg afirma que Odyssey sufrió como consecuencia de «problemas técnicos» en torno a su motor de juego. Al parecer, los ejecutivos de Blizzard optaron por alejarse de Unreal Engine, pasando a un motor interno que la compañía había desarrollado principalmente para juegos para móviles.
Se dice que la decisión surgió del deseo de Blizzard de que Odyssey soportara 100 jugadores en el mismo mapa al mismo tiempo, pero llevó a una ralentización extrema del proyecto, con Bloomberg informando de que los artistas tendrían que crear prototipos de trabajo en Unreal, sabiendo que serían «descartados» en lugar de ser transferidos al nuevo motor.
No voy a pretender comprender las complejidades del desarrollo de juegos, ni sugerir que la pérdida de un solo juego sea peor que la pérdida del sustento de casi 2.000 desarrolladores. Pero el hecho de que una nueva IP de Blizzard en un género perennemente popular se deje sufrir por un desarrollo como éste es realmente asombroso. Y aunque Microsoft en su conjunto podría atribuirse cierto mérito en los juegos de supervivencia por su propiedad de Minecraft y la existencia de Grounded y State of Decay, el trato dado a Odyssey es, para mí, indicativo de la falta de respeto o aprecio de la industria AAA por uno de los géneros de más éxito del mundo.
Supervivencia
De todos los juegos de supervivencia mejor valorados en Steam, ni uno solo procede de un gran desarrollador (a menos que contemos las etiquetas de supervivencia añadidas a juegos como Resident Evil 4 y Dying Light). E incluso cuando nos fijamos en juegos como Grounded, Minecraft o State of Decay, encontramos juegos o series que ya tenían éxito -o al menos estaban en desarrollo activo- antes de que Microsoft comprara los estudios que los estaban creando.
Hay innumerables razones por las que un gran editor podría alejarse de los juegos de supervivencia: son títulos lo suficientemente implacables como para que se piense que no atraen al mercado de masas; son complicados de hacer y equilibrar sin depender del acceso anticipado, del que los grandes estudios tienden a alejarse; y a menudo requieren años de apoyo pero son difíciles de monetizar a largo plazo. También me pregunto si un orgulloso legado de jank de acceso anticipado ha agriado a los ejecutivos la idea misma de los juegos de supervivencia: son proyectos que tienden a verse y sentirse de una determinada manera, y esa manera no es el tipo de superproducción de alto presupuesto al que los grandes estudios tienden a destinar cientos de millones de dólares.
Sin embargo, sigue dándose el caso de que estos juegos pueden ser éxitos definitorios. Valheim sigue siendo una notable piedra de toque cultural en este género. Imagino que Palworld ya se ha convertido en algo parecido. No todos estos juegos mantienen la atención para siempre, pero los que lo hacen siguen presumiendo de un recuento masivo de jugadores la mayor parte de una década después de sus lanzamientos originales. Sin embargo, uno de los únicos intentos AAA realmente destacados de abrirse paso en el género ha sido desechado. Los desarrolladores que volcaron años de su vida en Odyssey se merecían algo mejor, y estoy seguro de que la pasión y el duro trabajo que invirtieron habrían creado algo excelente, independientemente de que pudieran o no meter a 100 jugadores en un servidor. Pero en las altas esferas de la industria, cada vez más reacias al riesgo, hay gente que no ve lo prometedor de un género que supera constantemente las expectativas, y ahora puede que nunca sepamos cómo habría sido un juego de supervivencia al nivel de Blizzard.
Por ahora, aquí está nuestra lista de los mejores juegos de supervivencia.