Cuando Square Enix presentó Final Fantasy 7 Rebirth en el último State of Play de Sony, me dio un vuelco el corazón. Tenía un aspecto magnífico, por supuesto, no sólo porque parece que la última parte de la trilogía llevará al límite el hardware de PS5, sino también porque marcaba un momento que llevaba esperando la mayor parte de 30 años.
Verán, estoy seguro de que los jugadores de hoy en día, los que no estuvieron presentes la primera vez, miran hacia atrás al Final Fantasy 7 original y piensan que parece una mierda. Y no se equivocan, lo parece. El caso es que también lo parecía en su momento. El JRPG de PS1 de tres discos sacrificó el atractivo visual por una historia minuciosa y sofisticada (para su época) que exploraba temas de todo tipo, desde el cambio climático al terrorismo, pasando por el amor y la pérdida y las enfermedades mentales. Pero intente decírselo a mi padre, que no podía creer lo realista que parecía Tomb Raider 2, sobre todo en comparación con el conjunto poligonal de bloques y paredes que se enzarzaba en batallas por turnos apuntaladas por una banda sonora chiptune con el que pasé literalmente cientos de horas en mi preadolescencia.
Por eso, cuando vi el último tráiler de Final Fantasy 7 Rebirth, sentí que había llegado.
Primera fantasía
(Crédito de la imagen: Square Enix)A lo grande en 2024
(Crédito de la imagen: Future)
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Las cartas sobre la mesa: aún no he terminado la primera parte de la trilogía planeada, Final Fantasy 7 Remake. Aunque se lanzó en 2020, mi plan original era esperar hasta que el trío completo estuviera disponible para jugarlo a la vez, y entonces atacarlos todos seguidos. Pero Final Fantasy 7 Rebirth me impresionó tanto durante la presentación del State of Play el pasado septiembre, que me hice con Remake inmediatamente después. Desde entonces he disfrutado de mi tiempo vagando dentro de los muros de Midgar (Remake termina justo cuando Cloud y compañía abandonan los límites de la ciudad), pero no puedo esperar a lo que viene después.
A partir de ese tráiler, el camino que nos espera lo abarca todo, desde el gran canon en el puerto de Junon, el desfile en la vía central de la misma ciudad costera, el viaje en teleférico hasta el platillo dorado, Cait Sith, Vincent, Zack, la ciudad natal de Red 13, Cosmo Canyon, Bugenhagen, Arma Esmeralda y Arma Rubí, por nombrar sólo algunas escenas icónicas y personajes secundarios. Todo tenía un aspecto maravilloso, pero mejor que eso para mí, se parecía a lo que siempre he soñado que Final Fantasy 7 podría ser; una imagen que he tenido en la cabeza durante tres cuartas partes de mi vida. «Sí, pero la historia es mejor en este juego», le decía a mi padre, al tiempo que admitía que Tomb Raider 2 tenía un aspecto un millón de veces mejor. Resulta bastante irónico que la vieja escuela de Tomb Raider (incluyendo TR2) vaya a ser remasterizada el mes que viene, justo un par de semanas antes de que Rebirth aterrice el 29 de febrero, las estrellas de la inspiración retro parecen alinearse.
(Crédito de la imagen: Square Enix)
Además, si nos fijamos en el panorama más amplio de Sony y su marca PlayStation, hay muchas posibilidades de que Final Fantasy 7 Rebirth sea el juego más importante de la PS5 en 2024. El juego de rol es, sin duda, el título estrella de la consola en lo que va de año, del mismo modo que Marvel’s Spider-Man 2 lo fue el año pasado, y es también el penúltimo lanzamiento de un intenso periodo inicial que incluye The Last of Us 2 Remastered (18 de enero), Helldivers 2 (8 de febrero), Pacific Drive (22 de febrero) y Rise of the Ronin (22 de marzo).
A finales de marzo, Sony no tiene aún más exclusivos para PS5 en su agenda, aunque títulos como Phantom Blade 0, Sword of the Sea, Death Stranding 2 y el nuevo proyecto de Hideo Kojima OD, Concord, Marathon y el remake de Silent Hill 2 de Bloober Team cuentan con fechas de lanzamiento provisionales «TBC», muchos de los cuales se esperan para algún momento de los próximos 12 meses. Sin embargo, incluso frente a todos ellos, Final Fantasy Rebirth se erige como el más probable cabeza de cartel, con el mayor tirón entre los intereses de género y fandom. Es una lágrima en el océano, pero tengo un amigo que no ha jugado a un videojuego desde Final Fantasy 7, allá por 1997, pero que acaba de hacerse con una PS5 y el Remake, y planea meterse de lleno en Rebirth cuando llegue el 29 de febrero.
Yo estaré a su lado, y estoy seguro de que hay muchos más jugadores caducados de Final Fantasy 7 haciendo exactamente lo mismo. No hay muchas remasterizaciones que tengan el alcance de captar al público de varias generaciones con tanta claridad, lo que creo que dice mucho tanto del JRPG original del milenio pasado como del buen trabajo que está haciendo Square Enix con sus reinterpretaciones modernas. En el momento de escribir estas líneas, Final Fantasy Rebirth aterriza en 39 días. Será mejor que empiecen ya sus fichas.
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