Cada vez que Vasco dice mi nombre en voz alta en Starfield no puedo evitar detenerme y sonreír. Es involuntario, no puedo evitarlo. ¿Es una señal de que me complazco con demasiada facilidad, o un condicionamiento de una juventud desperdiciada viendo Perdidos en el espacio y deseando ser Will Robinson? Sea lo que sea, hay algo innegablemente divertido en todo el montaje.
Estoy explorando nuevas fronteras del universo, luchando contra piratas a través de las estrellas, pilotando una nave que yo mismo he diseñado, y lo estoy haciendo todo con un mejor amigo robótico que sabe mi nombre. Si eso no es el sueño, entonces usted no creció aspirando a ser astronauta en la visión que Hollywood tiene del espacio exterior.
Construir la inmersión
(Crédito de la imagen: Bethesda Game Studios)
Bethesda Game Studios ya ha utilizado este mismo truco antes. En Fallout 4, te acompaña Codsworth, un robot Mister Handy que sobrevivió a la Gran Guerra. Fue ingenioso en su momento, aunque no tan eficaz. Cuando pienso en el postapocalipsis, que me siga un mayordomo mecánico que me llama «señor Josh» mientras lucho por sobrevivir a los penachos de radiación no está precisamente en lo alto de mi lista de escenarios fantásticos. Pero el concepto tiene perfecto sentido en un escenario de ciencia ficción mucho más amplio, y ha asegurado que Vasco sea un compañero de Starfield que siempre esté asignado a mi nave.
No hay mejor sensación que pasar un par de horas explorando uno de los cientos de planetas habitados de Starfield, regresar a mi nave exhausto y sobrecargado, sólo para ser recibido en la rampa de entrada por un entusiasta Vasco. «Capitán Josh» me dice en voz alta, un recordatorio de que tengo un propósito en este universo, y otros asuntos que atender al otro lado del campo estelar. Es un detalle tan pequeño, pero tiene esa capacidad monumental de vender la fantasía más rápido que cualquier otra cosa que Bethesda pudiera haber incluido en este extenso RPG.
Lo que ocurre con los juegos de rol al estilo Bethesda, en los que uno es libre de imprimir su propio personaje en un maniquí, es que la fachada se rompe con facilidad. Por ejemplo, la forma en que interactúa con los personajes que habitan el mundo. Los PNJ le dirán muchas cosas, pero rara vez a usted. Es una limitación de la forma: cada elemento que entra en un videojuego se hace con intención, requiere tiempo y recursos e iteración. ¿Tendría una experiencia como Starfield una construcción del mundo y una inmersión más fuertes si cada PNJ que se encontrara se dirigiera a usted de forma audible por su nombre y rango? Por supuesto que sí, y sería increíble. También supondría una cantidad horrenda de trabajo, tanto para el desarrollador como para el actor de doblaje. Es una expectativa poco razonable, pero que aún espero que se analice más a fondo en futuras generaciones de consolas.
(Crédito de la imagen: Bethesda)RELACIONADO
Aquí tiene una lista completa de todos los nombres que Vasco puede decir en Starfield.
Generar una mayor inmersión es quizá la próxima gran frontera para el RPG. Los desarrolladores se han vuelto expertos en construir sistemas de progresión sin fricciones y cómodos en el diseño de compañeros, y la facilidad con la que los jugadores podemos ser conducidos entre puntos de interés a través de planos masivos es impresionante. El género ha llegado muy lejos en tan poco tiempo. Pero me pregunto si el énfasis en la escala por encima del sentido del lugar se está volviendo más difícil de manejar. Starfield es gargantuesco, y tener tanta libertad es sin duda liberador, pero hay una contrapartida: los centros interestelares no son tan bulliciosos como cabría esperar, y el diálogo puede carecer de personalidad.
¿Un espacio de juego más denso, repleto de interacciones más íntimas y únicas, proporcionaría una mejor caja de arena para los juegos de rol? Tal vez. Pero por ahora, tenemos a Vasco. Al igual que Codsworth antes que él, es probable que el robot de Starfield recurra a una base de datos de más de 1.000 nombres para dar vida a esta pequeña y excelente función. Significa que existe una moderada posibilidad de que usted también se sienta como un capitán espacial, y si es como yo, olvidará que Vasco tiene esta función, y sentirá un subidón de endorfinas cada vez que nos crucemos. En la vida, soy Josh, el periodista que va de fiesta. Pero en Starfield me recuerdan constantemente que soy el capitán Josh: el universo entero al alcance de mi mano. No lo querría de otro modo.
En nuestro análisis de Starfield, elogiamos a Bethesda por crear una «experiencia de mundo abierto expansiva y bellamente elaborada, llena de infinitos descubrimientos y oportunidades».