Con cada entrada, la serie Tekken siempre ha tenido una forma de afirmar su lugar dentro del panteón de las grandes franquicias de juegos de lucha. Además de ser uno de los juegos de lucha en 3D más significativos y duraderos del género, Tekken también tiene un historial de establecer un cierto estándar para lo que los jugadores pueden esperar de la experiencia de un juego de lucha en casa.
Con Tekken 8, la serie regresa al Torneo del Rey del Puño de Hierro y a la caótica saga de la familia Mishima, con algunas mecánicas de combate nuevas y un mayor contexto en el brutal y a la vez extraño mundo de Tekken. Recientemente he podido jugar varias horas a Tekken 8, experimentando las nuevas campañas de historia en solitario, el regreso de Tekken Ball y sumergiéndome de lleno en la jugabilidad de combate revisada que pretende dar a los veteranos de Tekken justo lo que quieren al tiempo que permite a los recién llegados saborear la verdadera maestría del combate.
Al límite
(Crédito de la imagen: Bandai Namco Entertainment)
Tras el Tekken 7 de 2017 y su gran avance creativo para la serie, los desarrolladores afirmaron que se tomaron un tiempo extra con la continuación para desarrollar y redefinir algunos de los principios básicos del combate y el estilo de Tekken. Hablando con el director del juego, Kohei «Nakatsu» Ikeda, y el productor Michael Murray, ambos hablaron de rediseñar por completo la plantilla de 32 luchadores, de añadir nuevas mecánicas de combate para aumentar la intensidad de las reyertas y de cómo los nuevos modos en solitario ayudan no sólo a dar cuerpo al universo Tekken, sino también a rendir homenaje a la propia comunidad de los juegos de lucha.
«Para Tekken 8, nos hemos centrado realmente en intentar cumplir las expectativas de los fans para un nuevo juego de la serie», afirma el director del juego, Nohei Ikeda. «Para un juego de Tekken, hemos intentado incluir todo lo posible en éste para que la gente se sienta segura al comprar un juego completo. Junto con los modos historia, también tenemos las características habituales que los fans pueden esperar, y también tenemos el regreso de Tekken Ball y otras cosas que hemos querido hacer en Tekken 7 y que no pudimos hacer entonces. Así que hemos intentado poner todo eso en Tekken 8 para asegurarnos de que sea el mejor de la serie».
Lo que ha hecho de la serie Tekken una franquicia de juegos de lucha tan popular es su maestría en la acción de lucha en 3D, que cabalga sobre esa fina línea que separa la acción exagerada y brutal de una mecánica de combate elegante que recompensa a los jugadores que se adaptan a cada batalla. Tras probar Tekken 8, tengo la sensación general de que el intrincado, aunque accesible, combate de la serie se está elevando a la par que las apuestas cada vez más intensas de la historia principal, con cada luchador superando sus límites y accediendo a nuevas técnicas para seguir el ritmo del creciente conflicto.
(Crédito de la imagen: Bandai Namco Entertainment)
Uno de los añadidos más significativos de Tekken 8 es el modo Estilo Especial, un conjunto de habilidades racionalizado para cada luchador que puede activarse con sólo pulsar un botón. Al igual que el estilo moderno de Street Fighter 6, el Estilo Especial permite menos entradas para que las técnicas avanzadas apliquen presión más rápidamente, a costa de unas habilidades más limitadas y mucho más fáciles de leer para los oponentes. Es una opción excelente para los recién llegados que quieran saltar a la acción, pero, curiosamente, también es viable para los veteranos que quieran aplicar presión en un apuro y pillar desprevenidos a los enemigos.
También hay un mayor enfoque en mezclar habilidades y ser agresivo en Tekken 8. Junto con el regreso de los supermovimientos del Arte de la Furia, también hay un nuevo Sistema de Calor, que es un estado temporal que te proporciona movimientos mejorados, un daño más significativo y una forma de apresurar a los enemigos. Me costó un poco hacerme con él, pero una vez que lo conseguí, aprecié cómo Tekken 8 ofrece varias formas de cambiar las tornas de la batalla rápidamente. Las capacidades mejoradas de los luchadores juegan bien en el conflicto más intenso de la saga principal, con cada luchador dando un paso adelante para hacer frente a las mayores apuestas.
El nuevo orden mundial de Tekken
(Crédito de la imagen: Bandai Namco Entertainment)
(Crédito de la imagen: Future)
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Ambientado justo después del brutal final de la campaña de Tekken 7, en el que Heihachi Mishima encontró finalmente la muerte a manos de Kazuya Mishima, el protagonista convertido en villano continúa su toma del mundo con la G-Corporation y el gen Diablo impulsando sus ambiciones. Con todos los caminos que le conducen hacia su igualmente poderoso hijo Jin Kazama y otros luchadores de todo el planeta, Kazuya inicia otro Torneo del Rey del Puño de Hierro que decidirá una vez más el destino del mundo.
La historia principal de Tekken 8 se centra en el viaje de Jin Kazama y sus aliados mientras luchan contra Kazuya y su ejército, lo que parece una sorprendente pero intrigante mezcla de Dragon Ball Z y Los Juegos del Hambre. El capítulo inicial da comienzo al juego con Jin y Kazuya enzarzados en una brutal pelea, ambos usando sus poderes del gen Diablo contra el otro, que arrasa partes de la plaza Time Square de Manhattan. A partir de ahí, Jin viaja por el mundo para comprender sus conexiones con el gen Diablo y sus vínculos con otros luchadores que quieren competir en el torneo.
Aunque la serie Tekken ya ha experimentado antes con modos de historia, el modo narrativo principal de Tekken 8 se asemeja a los capítulos de personajes de Mortal Kombat 1. Esto dota al juego de una trama más centrada y presenta una forma más personal e interesante de conocer al plantel de luchadores, y muchos de los jugadores clave de la serie consiguen tener algo de tiempo para brillar.
Parece que sólo recientemente los juegos de lucha han conseguido averiguar cuál es la mejor forma de presentar una narrativa principal, y hasta ahora el enfoque de Tekken 8 se perfila como una versión más ajustada y satisfactoria de un modo historia para la serie. Una de mis novatas favoritas de Tekken 8 es Reina, una hábil luchadora que posee misteriosamente las habilidades y la fuerza de Heihachi. Se desenvuelve bien con Jin y sus aliados como la nueva luchadora valiente y ambiciosa, y aprecio que la visión del misterio de Tekken siga vigente aquí a pesar de lo completamente exagerada que se ha vuelto la historia del juego.
Las alegrías de jugar a Tekken
(Crédito de la imagen: Bandai Namco Entertainment)
Al igual que las entradas anteriores, Tekken 8 también cuenta con un sólido conjunto de actividades para mantenerle ocupado fuera de los habituales modos arcade, versus en línea y fuera de línea, y entrenamiento. Este aspecto de ofrecer un paquete completo ha sido algo con lo que la serie Tekken ha tenido especial éxito en comparación con otros juegos de lucha, y me alegró ver lo que ofrece Tekken 8. Uno de mis modos favoritos de Tekken 3 era el bobalicón Tekken Ball, inspirado en el voleibol, que regresa en el próximo juego con partidas locales y en línea.
Sin embargo, uno de los modos más sorprendentes que se ofrecen es el nuevo Arcade Quest, el modo historia secundario de Tekken 8 que tiene lugar en un mundo estilizado en el que la gente se une y pone a prueba sus habilidades jugando a Tekken 8. Arcade Quest da la sensación de que podría haber sido su propio juego independiente y es un modo sorprendentemente meta centrado en la cultura de los juegos de lucha que resulta encantador y optimista en el espíritu de Pokemon y otras historias de aventuras optimistas sobre las alegrías de competir y los amigos que se hacen por el camino.
Jugando como un recién llegado a una ciudad en la que los juegos arcade son un pasatiempo de toda la ciudad, su personaje creado se hace un nombre en la aventura en solitario y en el mundo en línea, lo que le lleva a escalar posiciones para aumentar su reputación y entablar combates con los mejores jugadores de la ciudad. Es un modo encantador y simpático que añade un agradable contraste a la historia más oscura de Tekken 8. También es un divertido homenaje a la cultura de los juegos de lucha, que el director del juego quería retratar en Tekken 8.
(Crédito de la imagen: Bandai Namco)
«Era realmente importante recrear esa cultura arcade que todos experimentamos cuando éramos más jóvenes, hace unos 20 años», afirma Ikeda. «Realmente no se puede encontrar un arcade así hoy en día, así que la idea era presentarlo en el modo Arcade Quest para aprender el juego y luego avanzar hacia los modos historia u online cuando se esté preparado. Estamos presentando esta comunidad humana con la que se puede interactuar y luego unirse a la comunidad online para hacer aún más amigos y ampliar horizontes. Así que esperamos que se enganche a lo que hace tan especial a la comunidad de los juegos de lucha».
Hasta ahora, lo que más me ha impresionado es Tekken 8. No sólo mejora la mecánica y la fluidez de la lucha base, que siempre ha sido estupenda, sino que también pone un foco muy necesario en los personajes y en el extraño mundo de la lucha dentro del universo Tekken, algo que agradezco. Se perfila como una secuela más feroz y convincente para uno de los juegos de lucha en 3D más longevos que existen, y estoy impaciente por ver qué le depara a esta serie salvaje y cada vez más caótica.
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