«¿Qué estamos haciendo aquí otra vez?» Esta es la pregunta que no dejo de hacerle a mi amigo mientras exploramos Redfall en toda su extrañeza. En el momento de escribir estas líneas, hemos completado cerca de dos tercios del aclamado shooter en primera persona del año pasado, y aún no tengo ni idea de lo que está pasando. Me han dicho que se desarrolla una historia global, que requiere que un grupo de adolescentes haga el trabajo duro en nombre de los adultos, comparativamente inútiles, que se quedan sosteniendo el fuerte. Eso está bien y todo eso, pero yo en gran parte sólo estoy aquí para disparar a cosas y charlar de mierda con mi colega.
Tal vez sea por las «cutscenes» de voz en off de estilo «freeze-frame» en lugar de animación completa. Quizá sea el hecho de que estoy obsesionado con los elegantes vampiros góticos de Arkane y prefiero no matarlos. Sea cual sea el motivo de mi incapacidad para involucrarme en su historia, debo confesar que me lo estoy pasando en grande utilizando Redfall como patio de recreo privado en el que pasar el rato ahora que ha sido parcheado hasta el punto de ser realmente funcional.
De vuelta a la calle
(Crédito de la imagen: Bethesda)Fangtastic
(Crédito de la imagen: Larian Studios)
Nos guste o no, Redfall y BG3 son dos pruebas de que necesitamos más vampiros en los videojuegos.
Redfall es un juego por el que estaba muy ilusionado y que, sin embargo, nunca llegué a jugar después de oír lo categóricamente roto y chungo que estaba el primer día. Entre las secuencias de juego que vi en YouTube y la sombría experiencia de nuestra redactora jefe en su análisis de Redfall, me di por derrotada antes incluso de probarlo. Coincido en gran medida con la opinión de Sam: un año después, Redfall sigue estando muy lejos de ser el FPS más inventivo de la historia, ya que se compone de un puñado de formatos de misión estereotipados apuntalados por un argumento poco inspirado.
Pero lo que le falta de originalidad lo compensa con un mundo tan ridículo que llega a ser accidentalmente satírico. Baste decir: no estoy jugando a Redfall porque sea un buen juego, sino para poner a prueba los límites de su mediocridad y deleitarme con su rareza.
Lo primero es lo primero: la selección del personaje. Tras un rato de debate, opto por jugar como la médium telequinética Layla, y mi amigo Rhys se mete en el papel del niño genio Devinder. Ninguno de los dos espera mucho de este juego, pero rápidamente nos acomodamos a su cómoda y predecible rutina. Viajar rápido por el mapa, luchar contra los cultistas, clavar estacas a los vampiros y volver rápido a la base: todo es bastante igual. El enfoque looter-shooter de las entregas de armas significa que sigo comprobando todos y cada uno de los montones de ceniza después de estacar a un vampiro, a pesar de que la mayoría de ellos sólo ofrecen anillos de boda o collares de perlas para ser vendidos con ánimo de lucro. Las mejores armas pueden ser saqueadas a los Rooks, un tipo de vampiro sobrealimentado que te persigue después de que mates a suficientes chupasangres «especiales». Sabrás cuándo se avecina una tormenta de Grajos porque aparecerá un medidor que te avisará de que «los dioses vampiro están vigilando». Es tan hilarante como suena, porque ¿de qué dioses vampíricos estás hablando, Redfall?
(Crédito de la imagen: Bethesda)
Me lo estoy pasando en grande utilizando Redfall como patio de recreo privado en el que pasar el rato ahora que es realmente funcional.
Las risas no cesan a medida que nos adentramos más en este extraño pueblecito. Rodeada de océanos helados y poblada por PNJ de madera, resulta ser un lugar delicioso del que reírse. Cuando miro al suelo como Layla, descubro que en realidad no tengo cuerpo. Hay un extraño bug que hace que nuestros personajes se caigan y se levanten una y otra vez cuando caminamos por los pisos francos. Vemos con horror cómo una Bolsa de Sangre (el equivalente explosivo de Redfall a los Boomers de Left4Dead) es ordeñada esencialmente por un cultista rarito. Ah, y una de las PNJ da a luz en un hospital y lleva puesta su gorra de béisbol todo el tiempo, incluso mientras está tumbada en la camilla.
Suena bizarro decirlo, pero todas estas pequeñas rarezas y bugs persistentes son lo que hace que Redfall destaque en absoluto para mí. La historia y los personajes son extremadamente olvidables, y los entornos corren el riesgo de resultar perezosos como consecuencia de su propio truco: no hay mucho horizonte rojo brumoso que pueda soportar. Redfall es técnicamente soso y poco impresionante, sí, pero eso de alguna manera sólo resalta su encanto poco refinado.
Cuando se juega como Call of Duty con vampiros, Redfall puede ser un muy buen momento. En cuanto a las travesuras multijugador, me atrevería a decir que, de hecho, recomendaría jugarlo en 2024. Jugarlo en solitario podría ser una elección extraña; incluso si la fuerza y el número de los enemigos se escalaran en función del tamaño de su grupo, no creo que haya tanta diversión sin alguien al otro lado de la línea para compartir todas sus rarezas. En términos de estabilidad y funcionalidad, dos cosas de las que carecía en su lanzamiento, Redfall debería ser sólidamente jugable ahora para la mayoría de nosotros. Ha sido una balsa salvavidas para mí mientras espero a que se solucionen los problemas del servidor de Escuadrón Suicida: Matar a la Liga de la Justicia y, a este paso, probablemente seré uno de los pocos que lo terminen por elección propia.
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