Habiendo protagonizado ambos títulos de Marvel, entre otras películas populares, Zazie Beetz y Danny Ramirez saben un par de cosas sobre estar en el candelero. En la temporada 6 de Black Mirror, sin embargo, los actores encarnaron el otro lado de la fama como los fotógrafos cazadores de famosos Bo y Hector – y se sorprendieron de lo adictivo que es el mundo de los paparazzi.
«Me gusta mucho cuando tengo la oportunidad de ampliar mi comprensión hacia los demás, y explorar por qué la gente hace ciertas cosas», dice Beetz a GamesRadar+, cuando se le pregunta cómo fue explorar la intrusividad de la profesión de los fotógrafos. «Sentí mucha empatía hacia mi personaje y las decisiones que tomaba. Aunque el elemento del dinero para ella es importante, por supuesto, creo que también examina la idea de lo que merecen, o no, los ricos, y los contratos que tenemos, entre paparazzi y celebridad.
«Mi personaje, su brújula moral oscila un poco de un lado a otro a lo largo del episodio, lo que también fue interesante de explorar. Pero sí, no creo que me convirtiera nunca en paparazzo», se ríe. «Pero me pareció interesante estar en esa mentalidad».
Escrita por el creador de Black Mirror, Charlie Brooker, y dirigida por Uta Briesewitz, que ha dirigido anteriormente episodios de Fear the Walking Dead y Stranger Things, «Mazey Day» tiene lugar a principios de la década de 2000 y sigue a la desdichada Bo de Beetz. Tras enterarse de que el actor en el armario al que había sacado a la luz con su anterior lote de fotos ha acabado con su propia vida, Bo -a la que su quisquillosa compañera de piso presiona para que se ponga al día con el alquiler atrasado- se embarca en una misión para conseguir una foto de 30.000 dólares de Mazey Day (Clara Rugaard), una joven actriz que misteriosamente ha dejado de aparecer por el plató de su última producción.
Al enterarse de que Mazey probablemente se aloja en casa de un productor, Bo acampa allí, pero un guardia de seguridad le pincha las ruedas antes de que pueda vislumbrar a Mazey. Esa noche, dentro de una cafetería, se entera de que algún ricachón ha alquilado un centro de rehabilitación cercano para todo el fin de semana – y pensando que debe ser Mazey, le pide a su amigo Héctor que les lleve hasta allí.
(Crédito de la imagen: Netflix)
«Llegamos a conocer la profesión como oficio», recuerda Ramírez. «Los dos vimos un documental llamado ‘Smash His Camera’, y fue realmente revelador ver a este tipo, que era uno de los mayores paparazzi, capturar tantas cosas, y ser en cierto modo un historiador. Es una historia de ‘celebridad’.
«Al fin y al cabo, cuando creas un sistema, siempre va a haber gente que ocupe esos puestos porque, si pones un valor monetario a cualquier cosa, alguien va a encontrar la forma de hacer carrera con ello», argumenta Ramírez. «Nunca había tenido en cuenta antes de esto que existe el lado bueno y el malo».
«Cuando estábamos rodando me di cuenta de que esto tenía prisa. Conseguir esa foto es como una cacería y por eso, aparte del elemento financiero, que creo que es muy importante, también había algo de adrenalina en ello. Hay una respuesta dopaminérgica instantánea cuando consigues esa foto. Fue emocionante experimentar eso, y fue un gran momento ‘woah’ para mí, porque me dije: ‘Oh, maldita sea, he llegado al fondo de esta cosa’.
«Siempre estaba haciendo fotos durante el rodaje y comprobando si la producción podía utilizar alguna», recuerda Ramírez. «Y siempre me decía: ‘Sólo tengo que tomar la correcta y entonces la producción la utilizará’ y yo me decía: ‘Oh, espera, eso es exactamente lo mismo que ocurre en el mundo real’. Estás tomando una foto y viendo si tiene valor y así eso se convirtió en algo adictivo».
Acosado. Cazado. A veces, en el mundo real, se dice que los paparazzi han «perseguido» a un famoso para conseguir esa imagen esquiva, lo que da aún más mordiente al delicioso giro del final de «Mazey Day».
Como espectadores, sabemos a lo largo de los 40 minutos de duración del episodio que Mazey está pasando desapercibida tras un atropello con fuga inducido por el alcohol. Pero al estilo de Black Mirror, hay una razón aún más oscura para su repentina reclusión. Si aún no lo ha visto y no quiere saber cuál es, le aconsejamos que dé marcha atrás ahora. ¡Spoilers importantes por delante!
(Crédito de la imagen: Netflix)
Cuando cae la noche en el exterior del centro de rehabilitación, Bo, Héctor y otros dos paparazzi que les han seguido hasta las instalaciones encuentran la forma de entrar. Al notar una pequeña ventana enrejada, levantan sus cámaras y disparan a través del cristal; descubriendo que Mazey está retenida, encadenada, en el interior. Bo derriba la puerta de la habitación y jura liberar a la actriz, que insiste en que todos deben marcharse inmediatamente. Mientras el cuarteto echa un vistazo al lugar, se fija en dos cabras en el rincón más alejado y, si es usted aficionado al terror, quizá pueda anticipar lo que ocurre a continuación…
Bo rompe el collar metálico – ¿se ha dado cuenta ya? – justo antes de que Mazey eche la cabeza hacia atrás y contemple el cielo estrellado a través de un panel del techo. Al moverse las nubes, se revela una luna llena, lo que hace que Mazey se convierta en un hombre lobo sediento de sangre. Verá, en realidad había atropellado a una bestia con su coche días antes, y cuando salió a ver cómo estaba la criatura, ésta la mordió.
«Me quedé muy sorprendida. Antes de leer el guión, me dijeron que iba a haber una pequeña desviación de la estructura clásica de Black Mirror», dice Beetz sobre la impactante revelación, haciendo un guiño al hecho de que la serie nunca antes había abrazado lo sobrenatural. «Me pareció una forma muy inteligente de abordar los temas que suele explorar Black Mirror, en torno a la humanidad y nuestros bajos fondos».
«Fue bastante angustioso», recuerda Rugaard, cuando le preguntamos cómo fue rodar la transformación. «Fue divertido trabajar con una especie de coach de movimiento de antemano y, básicamente, juntos creamos una especie de coreografía. No tuve voz durante un par de días después. Estaba gruñendo al director de fotografía y gritando y vomitando delante de estos tipos», añade, refiriéndose a Beetz y Ramirez.
«Debió de ser un gran espectáculo. Ahora me conocen muy bien. Pero sí, fue muy divertido pero también, al mismo tiempo, un trabajo duro tanto física como mentalmente. Tienes que desprenderte de todas tus inhibiciones», concluye, antes de admitir que fue «probablemente lo más expuesto» que ha hecho en su vida. El simbolismo sigue llegando…
La sexta temporada de Black Mirror ya se puede ver en streaming. Para saber más, consulte nuestra entrevista con el creador Charlie Brooker y la productora ejecutiva Jessica Rhoades, o nuestra charla con las estrellas de ‘Más allá del mar’ Kate Mara y Josh Hartnett. Además, nuestra lista de las mejores series de Netflix puede servirle de inspiración.