Todas las pertenencias tienen una historia. Pueden representar nuestros intereses, actuar como un portal hacia nuestro pasado y servir como recuerdo de una persona o un lugar que son significativos para nosotros. En el caso de Carreteras abiertas, las pertenencias de la protagonista Tess Devine, su madre Opal y su difunta abuela hacen todo esto y más. Al examinar los objetos, se abre una ventana a la vida de estos personajes y a sus lazos familiares pieza a pieza. Desde una pulsera de la amistad de cuentas escondida en un cajón, hasta un monitor de PC anticuado (para los estándares actuales) con paneles rosas, y una barra de bálsamo Lip Smackers de otra marca, todo resulta tan nostálgico.
Los primeros 20 minutos de juego en Open Roads dan la sensación de que no sólo nos cuentan más cosas sobre Tess y su familia, sino que también nos transportan atrás en el tiempo. Y resulta que eso es muy intencionado. La próxima aventura de viaje por carretera de madre e hija del equipo de Open Roads tiene lugar en 2003, y todo lo que se ve y se oye ha sido diseñado para evocar la época de principios de los años 00. Tal y como explica el artista gráfico y diseñador Harrison Gerard, el juego alberga una «mezcla de arte de personajes estilizado y dibujado a mano y de examinables realistas para crear este mundo que parece real, nostálgico y vivido».
«Una de las primeras cosas que hicimos al crear el juego fue sentarnos e idear una lista de, por ejemplo, ‘¿qué cosas evocan realmente esa época de 2003?», afirma Gerard. «Y así verás esas pequeñas gomas de borrar de la feria del libro scholastic y tenemos Lip Smackers sin marca en el escritorio, y un montón de otras cosas para ayudar a transmitir esa sensación nostálgica. Ha habido tantas veces cuando hemos enseñado nuestro juego a la gente que han dicho: ‘Oh, yo solía tener esa cosa exacta, o ese escritorio exacto’. Y eso ha sido una parte tan divertida de ver a la gente jugar al juego».
Todo está en los detalles
(Crédito de la imagen: Annapurna Interactive)A lo grande en 2024
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En Open Roads, seguimos la historia de una madre y su hija que emprenden un viaje por carretera para conocer mejor el pasado de su familia. A medida que vayan descubriendo más cosas, veremos cómo evoluciona su relación a medida que van comprendiéndose mejor a sí mismas. En la apertura del juego, que tiene lugar en la casa familiar y establece el viaje por carretera que se avecina, los objetos y el entorno ayudan eficazmente a establecer a Tess y Opal como personajes, así como su relación.
Como Tess, primero se le encarga que recoja su dormitorio, pero pronto explorará otras partes de la casa junto a Opal. Ciertos objetos pueden desencadenar conversaciones entre madre e hija, a las que dan vida los talentos interpretativos de Keri Russell (Star Wars: Rise of Skywalker, The Americans) como Opal y Kaitlyn Dever (Booksmart, The Last of Us) como Tess. En ocasiones, podrá elegir diferentes respuestas como Tess que le permitirán conocer mejor la historia de ese objeto. En una ocasión, por ejemplo, se topa con un plato que parece haber sido pegado, lo que le lleva a preguntar qué ha sido de él.
Imagen 1 de 2(Crédito de la imagen: Annapurna Interactive)(Crédito de la imagen: Annapurna Interactive)Toques personales
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El equipo ha incorporado mucho de sí mismo en el juego. El director de arte Noel Clark señala un dibujo en la esquina de una pared que hizo su hija de 4 años; Fincher destaca un folleto de Piratas de Penzance en homenaje a su difunta abuela; el jefe de ingeniería Aaron Freedman muestra una silla que tuvo en su casa mientras crecía; y Gerard explica que cada línea manuscrita que podemos ver en el juego fue hecha por miembros del equipo o por sus conocidos.
Como explica la productora ejecutiva Amy Fincher, lo que decidamos decir puede o no abrirnos el camino para saber más sobre los misterios que nos depara nuestra madre. Opal también hará comentarios a medida que interactuemos con distintas pertenencias: en un momento dado, amonestará a Tess por dejar la puerta de la nevera abierta. Explorar la narrativa de un juego a través de objetos puede resultar familiar para quienes hayan jugado a títulos como Gone Home, Tacoma, I Am Dead o Hindsight, pero el equipo cree que la aportación de Opal es lo que hace único a Open Roads.
«Creo que lo que realmente diferencia a Open Roads de otros juegos de este género es que tu madre te acompaña prácticamente a todas partes y que puedes conocer su opinión sobre muchos de los objetos con los que interactúas», afirma Gerard, «lo que aporta un nivel narrativo completamente distinto al que puedes obtener por ti mismo y es una forma realmente divertida e interesante de construir esa relación a lo largo del juego».
A través de cada intercambio y cada objeto, nos quedamos con ganas de saber más y más sobre Tess y Opal. Algunas pertenencias dan pie a preguntas sobre su familia en las que será emocionante ahondar, y con tanta atención al detalle, es el tipo de experiencia que simplemente pide que nos empapemos de todo lo que podamos cuando salga a la venta el 22 de febrero de 2024. Como dice Fincher, «es un gran juego para gente curiosa».
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